Las condiciones meteorológicas propicias favorecieron este año el crecimiento de las manzanas. "Hubo muy buena floración en los meses de marzo y abril porque no llovió sobre la flor y cuajó muy bien el fruto", explica el presidente de Maceira e Sidra, José Antonio López Pampín. Es tal la cantidad de piezas que hay en estos momentos en los manzanos que las ramas de muchos de ellos se están rompiendo debido a la excesiva carga.

El experto productor señala que para aliviar el peso que soportan los árboles por la gran cantidad de fruto nacido fue necesario "vibrarlos" para propiciar la caída de algunas de las piezas y reducir la sobrecarga. Esta práctica se realiza para que los manzanos "no se estresen" pues, de lo contrario, su producción se vería reducida no solo en la próxima campaña sino en años posteriores.

En el caso de sus manzanos, López Pampín acometió estas tareas de alivio con absoluta previsión, ya durante el mes de marzo, quitándole ramas a los árboles con el objetivo de que produjesen menos para evitar la vecería y lograr un volumen de cosecha más normalizado.