| El calor asfixiante no fue óbice para que muchos dezanos se echasen ayer al monte para practicar uno de los deportes más sanos y que más adeptos está cobrando últimamente. Entre las rutas organizadas, destacan una por las fragas de Catasós, otra a la vera del Ulla y otra entre alvarizas de O Candán. Roteiros de Lalín reeditó su trazado por los bosques de Catasós, con especial atención al amenazado de Casas Vellas y al de Quiroga, si bien apenas tuvo participantes. Mucho más concurrida fue la que recorrió la orilla del río Ulla desde la isla de Remesquide (Vila de Cruces) hasta la playa fluvial de Fucarelos, en Cira (Silleda), con parada en Gres. En Forcarei, la Diputación celebró ayer la primera de las cinco rutas etnoarqueológicas del programa del Ano do Patrimonio. En este caso, el tema central fue la miel y la cera, por lo que los asistentes visitaron las alvarizas de la Serra do Candán guiados por el arqueólogo Fran Alonso. De vuelta en el Mosteiro de Aciveiro, escucharon una explicación sobre el proceso de producción por parte de un apicultor.