En la parroquia estradense de Lamas, Conde da Xesteira ya no sabe qué hacer para evitar daños en sus cultivos y en el alimento que acumula para sus 93 cabezas de ganado. Ayer vio con horror cómo el jabalí le levantó una hectárea de maíz sembrado de hace 8 días. El sábado le rajó 12 metros del silo de maíz, colándose bajo la lona de protección. Hace una semana le dañó prados. Y hace 15 días la harina de grano húmedo que protegía del jabalí con un pastor sufrió el ataque del corzo, que le causó hasta 60 agujeros al envoltorio de protección.