La construcción y la industria fueron, en su momento, los sectores que padecieron las consecuencias de la recesión económica en las comarcas. Durante varios meses, fueron los dos pilares que aglutinaban buena parte de los desempleados de la zona. Pero la situación en los últimos diez años ha cambiado: ahora, el porcentaje más alto de desempleados viene del sector servicios, por su más pronta recuperación económica y, también, por la política de contratos temporales que predomina en esta rama. Así es que, de los 4.204 desempleados que hay en los nueve municipios, el 59,3% (es decir, casi seis de cada diez) vienen del sector terciario.

Los parados que trabajaron en este ámbito superan a los de agricultura, industria o construcción en todos los municipios de la zona. Basta con ver las cifras: en agricultura se contabilizan, en total, 203 desempleados, mientras que la industria fabril cuenta con 579, y la edificación, 574. Para darnos una idea de hasta qué punto aún resulta muy complicado volver al mundo laboral, basta con ver cuántos vecinos están intentando obtener su primer trabajo: son 351 (217 en Deza y 134 en Tabeirós-Terra de Montes), lo que puede traducirse por un 8,3% del global. De esos 351 jóvenes que buscan su primera oportunidad laboral tras su etapa formativa, la mayoría (263) residen en las dos capitales comarcales.