El edil de Turismo de Lalín, Francisco Vilariño, cargó contra la Xunta y contra el portavoz del PP local, José Crespo, tras el anuncio realizado en los medios de la reapertura del albergue de A Laxe. Considera esta acción "una falta de respeto institucional tanto por parte del jefe local del PP, como de la Xunta". Sostiene que es "una absoluta desfachatez que el PP realice esta comunicación cuando desde el Concello llevamos meses trabajando diligentemente y con la mejor de las disposiciones para solucionar un problema que afecta gravemente a Lalín y a los vecinos de Bendoiro". Indica que la actitud del PP "evidencia, una vez más, que esta formación no entiende de lealtad política y solo se mueve en el sectarismo y en la utilización partidista de las instituciones". Alega que "ni Crespo ni el PP de Lalín movieron un dedo para poner remedio al cierre del albergue, mostrando una despreocupación total por los visitantes e por los vecinos de Bendoiro, a los que ni citan" y contrapone esto con el "trabajo y la presión que el gobierno local ejerció para solventar la situación y defender el uso del centro como local social".

Dice sentirse asombrado por lo sucedido, preguntándose en qué calidad un alto cargo de la Xunta como la directora xeral de Turismo de Galicia, Nava Castro, le comunica a Crespo una información que debería ser transmitida en primera instancia al Concello. Hace hincapié en que Crespo es un edil de la oposición que no ostenta competencias ni responsabilidades sobre esta materia, siendo el único nexo de unión entre él y la Xunta el partido al que pertenecen. Argumenta que este proceder "es a las claras una desvergüenza política y falta de talante institucional.

Vilariño muestra su molestia por la actuación de Turismo "pues llevamos tiempo gestionando una solución para el albergue mientras el Xacobeo solo puso trabas para la reapertura con propuestas y demandas inconcretas para dilatar y dificultar la reactivación del servicio". Mientras, el gobierno "actuó con la mejor actitud, como se demostró en los escritos enviados". Anuncia que el Concello transmitirá a la Xunta una queja formal por el proceder "sectario y mal intencionado con el que se despachó esta cuestión", concluye Vilariño.