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La muerte de reses por ataque de lobo baja un 20% el último año

-Deza sufrió un ascenso de animales dañados y alcanzó los 71 -A Estrada fue el municipio más afectado, con 152 ejemplares

Uno de los últimos ataques del pasado año en la parroquia estradense de Ouzande. // Bernabé/Luismy

Las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes acaban de cerrar un ejercicio en el que los daños provocados por los ataques del lobo a explotaciones ganaderas haya descendido en un 19,7%. Un dato significativo después de que el pasado año los ataques se hubiesen triplicado con respecto al anterior. Los datos oficiales manejados por la consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio arrojan un cómputo de 245 reses muertas en la última campaña -que comprende entre el 1 de octubre de 2015 y el 30 de septiembre del año pasado-. La escalada de reses muertas pega el freno en esta campaña, pues en la anterior el número alcanzado fue de 305 animales, muy superior al centenar registrado en la campaña de 2014 o a los 62 de 2013.

Por comarcas hay datos dispares. En Deza los animales muertos por ataque de lobo aumentan en 29 ejemplares, alcanzando los 71. No obstante, en Tabeirós-Terra de Montes, donde la cifra siempre es muy superior a la dezana, las reses muertas en la campaña de 2016 fueron 174, un descenso pronunciado comparando los 263 del ejercicio anterior.

Cabe destacar que, como es de costumbre, las dos cabañas que se vieron principalmente afectadas por el daño de los cánidos fueron el ganado ovino y el caprino. Si bien, mientras el primer grupo sufrió un ligero ascenso con respecto a la campaña anterior, el número de cabras muertas sí descendió considerablemente en esta ocasión. La cifra de ovejas afectadas por el ataque de los lobos es de 132, por las 118 que murieron en 2015. Por su parte, el ganado caprino, el mayor afectado el ejercicio anterior con 120 muertes, en 2016 el número se redujo más de la mitad y solamente fueron 57. Sin embargo, los que sí vieron aumentado el número de ejemplares muertos fue tanto el ganado equino como el vacuno. Los caballos dañados subieron en 8 ejemplares alcanzando los 33, uno menos que el número de vacas afectadas

A Estrada vuelve a situarse, al igual que el año anterior, como el municipio con una mayor presencia de estos ataques en las ganaderías, lo que apunta a que también pueda albergar una mayor población de estos animales en sus montes. Así, en la última campaña se contabilizan 152 reses que han sufrido en sus carnes estas incursiones. Asimismo, hay que señalar que a pesar de ser el municipio con el mayor número de ataques, se ha producido un descenso notable con respecto a la campaña anterior donde se registraron 244 muertes, lo que supone un 37% de descenso en el número de ejemplares muertos. Las ganaderías de Tabeirós contabilizan 86 ovejas atacadas por los cánidos, el sector más afectado. Siendo el municipio que más asaltos sufrió en todo tipo de ganado, fueron las cabras las siguientes más aquejadas con 33 ejemplares muertos, una cifra bastante menor a los 109 registrados en el ejercicio anterior. Por su parte, según los datos de la consellería los caballos afectados en el municipio estradense fueron 22 por las 11 vacas muertas.

Forcarei es otro de los municipios con mayor registro de incursiones y víctimas (20). En esta ocasión el caprino fue el más vulnerable (16), seguido por el ovino (2) y un caballo y una vaca. Por su parte Cerdedo registró solo una vaca y un caballo atacados por los cánidos.

Más muertes en Deza

La comarca dezana ha visto un incremento en las muertes de reses en todos sus municipios, excepto Agolada y Dozón, los únicos concellos de las comarcas que no contabiliza ningún animal afectado por el ataque de los lobos. La de Dozón es una tendencia que se mantiene en términos idénticos tanto al pasado ejercicio como al anterior, en los que tampoco constaban daños tramitados ante la consellería.

Por su parte, Lalín ha incrementado más de un 50% el número de ejemplares afectados por los daños. Pues de los 11 animales que se contabilizaron en la pasada campaña, en 2016 los números alcanzaron las 31 reses. Se registraron 14 ovejas muertas, nueve vacas y ocho cabras. Vila de Cruces fue el segundo municipio dezano con más ejemplares afectados por ataques (20), y uno de los que más aumentaron, ya que el ejercicio anterior solo fueron dañados siete animales. De los 20, su totalidad, excepto una vaca, son de ganado ovino. Si bien, Silleda también sufrió un ligero aumento con 13 animales dañados -11 de 2015-, la mayor parte en la cabaña de ovino (11) y dos en la de vacuno. Finalmente, Rodeiro solamente registró siete muertes, de las cuales, seis fueron del ganado bovino y una referente al equino.

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