A pesar de que hoy en día la situación en cuanto a las reservas se mantiene, puesto que en algunos casos la lista sube y en otros baja, el alarmismo social existente entre los padres, principalmente, a finales del año pasado y principios de este ha desaparecido. Los progenitores se han concienciado de que n aunque es una vacuna recomendada, no es estrictamente necesaria.

Algunos como Alberto Granja aseguraban que "sería mucho más preocupante si faltase la vacuna en contra del sarampión". El titular de la farmacia de Donramiro habla de "una especie de psicosis" que obligó en muchos casos a los pacientes a ir a adquirirla a Portugal para no tener que esperar tanto tiempo. Ante esto se ha encontrado diferentes opiniones, alguna que sostiene que siempre que se guarde la cadena del frío desde la compra hasta que se pone la inoculación, aseguran que no es para nada peligroso. Otros, sin embargo, no aconsejan para nada hacer esta práctica. Inciden en la dificultad la "importante cadena del frío", además sostienen que el hecho de comprar un medicamento en un país extranjero, al pasar la frontera se puede hablar de un medicamento ilegal, poniendo en cuestión de quien es la responsabilidad en caso de cualquier tipo de reacción. De todas maneras, este hecho se ha disminuido en consideración, los usuarios ya no suele acudir a nuestro país vecino.

Además de esto, varios farmacéuticos se preguntan que pasaría en caso de que un pequeño en un colegio pudiese contraer la enfermedad. Por precaución, todos aquellos que estuvieron en contacto con él deberían, urgentemente, acudir para que se le aplicase la inoculación, con la finalidad de prevenir un brote mayor de meningitis. En estos casos las dosis se verían altamente demandadas en la zona del hecho, eso, sumado a las largas listas de espera proporciona más incertidumbre a los farmacéuticos que desconocen cual será la actuación de los distribuidores en estos casos.