Después de meses en que las precipitaciones fueron casi nulas, y las temperaturas superaron con creces los 30 grados, las pérdidas económicas en los cultivos de maíz de las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes son cuantiosas. El sindicato labrego Unións Agrarias ya hizo un balance y apuntan a una pérdida de cinco millones de euros, algo que agrava todavía más la difícil situación que atraviesan las explotaciones ganaderas en los últimos tiempos.
El maíz es un cultivo muy exigente en cuanto a la cantidad de agua, aunque la necesidad de ñesta varía según las fases de su crecimiento. Cuando las plantas comienzan a nacer se requiere menos cantidad de agua, pero sí mantener una humedad constante, mientras que en la época del crecimiento es cuando más cantidad se requiere. Durante la fase de floración es el período más crítico porque de ella va a depender el cuajado y la cantidad de producción obtenida por lo que se aconsejan riegos que mantengan la humedad y permita una eficaz polinización y cuajado. Finalmente, durante la maduración de la mazorca ya se necesita menos cantidad.
Y justo en la época de crecimiento no hubo apenas precipitaciones y las temperaturas fueron elevadas. De hecho, este verano fue uno de los más calurosos de hace décadas. El valor medio de temperaturas en el pasado mes de julio fue de 19,04 º C en la estación meteorológica de Mouriscade, que el caso de la Serra do Faro bajó a 18,2 grados y en Pereira se quedó en 18,5 grados. La temperatura máxima en Mouriscade se registró el 18 de julio cuando el mercurio subió hasta los 35,9 º C, los 32,2 grados en la cumbre del Monte Faro y los 33,7 grados en la estación de Forcarei. Mientras, la temperatura media de agosto fue de 18,6 º C en Mourisade, en la de Roderio de 19 y en Forcarei de 19,1. La temperatura máxima se registró el día 7 con 36, 3 º C en Mouriscade, 32,6 ºen Serra do Faro y 33,0º en Pereira.
La sequía fue el principal enemigo de los cultivos de maíz durante la época estival. "Las pérdidas son de casi cinco millones y esperábamos recoger durante la temporada 280.000 toneladas y al final se recolectarán de entre 175.000 y 190.000 en Deza y Tabeirós-Terra de Montes", apunta el secretario comarcal de Unións Agrarias, Román Santalla. Por este motivo, es más que probable que los ganaderos tengan que echar mano de nuevas formas de alimentación para su ganado, ya sea a través de pastos o comprando piensos, algo que empeorará su economía.
Además de las altas temperaturas, los cultivos de maíz cuentan con más adversidades, como son las distintas plagas, destacando la rosquilla, o bien los continuos ataques de jabalí que durante esta época estival fueron cuantiosos.
Varias fincas de maíz situadas en Castro de Cabras (Lalín) a mediados de agosto tuvieron que ser ensiladas de manera precipitada debido a que estaban afectadas, en gran parte, por una plaga de rosquilla, un gusano cortador de raíces que provocó el encamado de 10 de las 15 hectáreas de maíz, propiedad de un mismo agricultor.
Asimismo, vecinos de las dos comarcas recibieron durante los últimos meses continuos ataques de jabalí en sus tierras.
Por este motivo, Unións Agrarias solicita a la Xunta de Galicia subvenciones que palien los daños que afecta a los ganaderos. "Además, reclamamos a la Xunta que solicite ayudas a Magrama y a Bruselas, ya que Galicia sobrepasa el 30% de pérdidas a consecuencia de la climatología", apunta Román Santalla.
