El municipio lalinense pone gran interés en la puesta en valor de su riqueza arqueológica, como es el caso del Monte Carrio o el Castro de Doade. Además del propio Concello, los vecinos muestran gran empatía. El caso del paraje de O Carrio la iniciativa está promovida por las comunidades de montes de Val, Bermés y Méixome y en ella colabora también un centro científico de la Xunta, mientras que en el de Doade se encarga el Museo Etnográfico Casa do Patrón. Estos yacimientos se convierten en nuevos puntos de atracción turística para la comarca dezana.

Desde el pasado mes de mayo un grupo de expertos han trabajado en las excavaciones del Castro de Doade. Concretamente participaron durante varias semanas un total de 21 arqueólogos y durante siete días se unieron al trabajo dos restauradores. Con esta labor ahora el castro es visitable y está previsto que en el mes de agosto se lleve a cabo su señalización. El promotor de esta iniciativa, el Museo Etnográfico Casa do Patrón, firmó un convenio con el laboratorio de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) para llevar a cabo un informe previo de arqueología de los más de 15.000 restos encontrados en este lugar.

Se tiene previsto que a finales de julio se realice una presentación para que los vecinos puedan conocer toda la riqueza arqueológica encontrada y que de esta forma, sean conscientes del importante valor que suponen estos yacimientos. Asimismo, se tiene en mente que durante el presente año no se realicen más actuaciones, que se retomarán en el 2017, año que también se prevé que Patrimonio conceda los permisos necesarios para que los restos encontrados se instalen en la sala expositiva del museo de Doade.

Visita al Monte Carrio

Por su parte, medio centenar de vecinos de Bermés realizó una ruta nocturna para apreciar en primera persona los enclaves arqueológicos del Monte Carrio. Los lugareños realizaron la visita acompañados por alumnos y profesores de la Escola Superior de Conservación e Restauración dos Bens Patrimoniais de Galicia, quien patrocinó dicha actividad, entre otros. Asimismo, el equipo de trabajo contará con la colaboración del geógrafo lalinense Antonio Presas y por el investigador Daniel González Alén, que realizó una crónica personal de la jornada.

Primeramente, visitaron la estación rupestre de la Fonte da Anella en la que quedaban al descubierto la totalidad de los gravados, parte de ellos ocultos a la luz del día. Después, pudieron apreciar los de Pena Cantareira en los que se mostraban la luz de los proyectores y las combinaciones que se pudieron ver hace un par de años cuando se descubrieron.