El tiempo -y sobre todo el frío- hizo mella en la afluencia a la segunda Festa do Becerro á Brasa de Vila de Cruces, que cambió de nombre en esta edición (el año pasado fue la Festa do Becerro ó Burduntzi) ya que también varió el cocinero y el modo de preparar la carne. A la cita gastronómica de ayer en la Praza Juan Carlos I acudieron en torno a 300 comensales, un centenar menos que en 2015. Pero, eso sí, muchos quisieron repetir la experiencia este año, con lo que no quedó nada del ternero de 200 kilos que preparó el cocinero Manuel Suárez, del restaurante O Xavique, de Moraña. Suárez se puso a preparar la carne a las 10.30 horas de la mañana, ya que este tipo de platos precisan, sobre todo, mucho tiempo y más paciencia.

Pero, mientras esperaban a que la cena estuviese lista, los comensales tenían mucho que hacer en Vila de Cruces. Por ejemplo, recorrer el más de medio centenar de puestos de artesanía que se colocaron en la Praza Juan Carlos I y también en la Praza da Igrexa. Estos dos enclaves sirvieron como escenario de la cena, además. A lo largo de la jornada, los puestos de artesanía organizaron talleres de cuero y bisutería, así como de reciclaje. Entre los diversos puestos también aparecían productos como quesos de cabra. Para ir haciendo boca y conseguir que el casco urbano estuviese activo durante todo el día, se programaron actuaciones como las del Mago Xacobe (con dos pases), Sons da Mina y, ya al filo de la medianoche, la del pinchadiscos Marcos Magán y la televisiva Eva Iglesias, conocida por sus papeles en el programa de la TVG Land Rober.

Los beneficios por la venta de entradas de esta cita gastronómica se destinarán a costear los gastos de las fiestas patronales de A Piedade, que además este 2016 cumplen 100 años.