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Los temporales de lluvia demoran un mes las siembras de conejo en los tecores

La mayoría de las toberas están inundadas - A principios del próximo mes y si el tiempo lo permite se reanudarán los desbroces - Los cazadores optan por trigo en lugar de centeno

Dos cazadores, con sus presas en un monte de Lalín, en la pasada temporada. // Bernabé/Gutier

Las precipitaciones y las nevadas que se suceden de forma intermitente desde mediados de enero no solo dificultan las labores agrarias en los campos de la comarca. Las sociedades de caza y tecores de Deza también miran al cielo a la espera de un cambio meteorológico que les permita poner a punto sus montes de cara a la próxima temporada cinegética. Al mal tiempo se suma la presión del zorro sobre la caza menor, ya que éste se encuentra en abril en época de cría.

La mayoría de las sociedades ya realizó algunos desbroces desde el final de la pasada temporada, pero quedan todavía zonas que hay que limpiar para evitar que las alimañas se asienten en áreas donde viven perdiz y conejo. También a principios de invierno en Rodeiro y Dozón se sembró centeno para que sirviese de alimento a las aves, pero en el caso de Camba la semilla no logró germinar a causa de la lluvia, con lo que se esperará a que cambie el tiempo para sembrar trigo, como explica el presidente de la sociedad de caza, Rubén Quintá. En Dozón sí nació el centeno, pero las plantas apenas han crecido. Y ya que hablamos de perdiz, lo habitual es que este animal se suelte en los montes a partir del mes de julio. Pero en Dozón se optó, como cuenta su presidente, José Rodríguez, por sembrarlas al final de la pasada temporada, para que las crías que nazcan sean totalmente salvajes. Por si acaso, sembrarán más en julio, ya que hubo en torno a un 60% de bajas.

Donde más retraso se acumula debido a las precipitaciones es en la siembra de conejo. En los montes de Silleda se repobló esta especie con 100 ejemplares hace un mes. "Cuanto antes se siembre, mejor, porque así pueden criar y los animales se pondrán más bravos", explica el presidente de los cazadores trasdezanos, Jesús Caramés. En mayo se soltarán más, porque no merece la pena hacerlo durante estos días, cuando las madrigueras están encharcadas por el agua. Como son conejos de granja, se mantienen en biotopos durante 15 días alimentándolos a base de pienso y sobre todo de hierba, para que se acostumbren al entorno. En Rodeiro, la repoblación de conejo solía hacerse en marzo, mientras que en Lalín lo habitual era que se acometiese entre finales de abril y mayo, con lo que tampoco lleva tanto retraso. Marzo es también el mes escogido por los cazadores de Vila de Cruces para repoblar con conejo. Este año "sembramos menos de los previstos" por culpa también de las inclemencias del tiempo, señala Gonzalo Gómez.

En Agolada, la situación tampoco es muy favorable. El Tecor Farelo opta por no repoblar con conejo hasta conseguir que el monte esté limpio de hemorragia vírica. Pero tampoco puede realizar desbroces porque los tractores no consiguen acceder a los montes, de tan encharcados que están. Desde Dozón, a finales de año se sembraron 500 conejos en biotopos artificiales, que se construyeron ya inclinados para evitar los anegamientos.

Acción conjunta

Por otra parte, las sociedades y tecores de la zona volverán a reunirse en un plazo de tres ó cuatro meses para diseñar una acción conjunta en cuanto a la repoblación de la caza menor ya para la temporada de 2017-2018. Semanas atrás hubo un encuentro que sirvió para poner sobre la mesa los distintos puntos de vista.

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