El alcalde de Lalín, Rafael Cuiña, calificó ayer de "situación fácilmente superable" el cisma abierto en el seno del grupo de gobierno entre A Plataforma Aberta Cidadá (APAC) y BNG tras el anuncio del grupo liderado por Lara Rodríguez Peña de tumbar la dedicación exclusiva para el edil nacionalista, Francisco Vilariño. Cuiña, que iba a comparecer en solitario, finalmente lo hizo junto al teniente de alcalde socialista Nicolás González Casares, y junto a ellos no estuvieron ni Peña ni Vilariño.

El alcalde atribuyó este enfrentamiento a problemas de coordinación, si bien admitió que la postura de APAC le provocó varias noches de insomnio. "Lo que pasó debió solventarse dentro del propio gobierno y, aunque son errores que no se deben cometer, también nos sirven para aprender", declaró. Confirmó que, como cabía esperar, en el pleno del jueves no se llevará a votación el salario del representante nacionalista.

El mandatario insistió en que el enfrentamiento entre la plataforma ciudadana y el BNG es motivo para que él, como máximo representante del gobierno local deba pedir "disculpas a la ciudadanía de Lalín por una situación que no merece padecer. Este gobierno era una balsa de aceite hasta el jueves pasado", alegó, e insistió que al margen de estas diferencias existe cohesión en el equipo de gobierno para trabajar por los intereses generales del municipio. Por ello quizá lanzó un aviso a navegantes cuando proclamó que "nadie va a tirar la ilusión del cambio. No voy a permitir bajo ningún concepto que con estas disputas se eche abajo el trabajo de nueve meses", sentenció, en alusión "a los que envías comunicados de prensa o a los que les responden".

Rafael Cuiña reiteró en varias ocasiones que el PP tenía razón cuando le exigió explicaciones por este desencuentro entre dos de los partidos que sustentan el cuatripartito, así como por el "error" que había supuesto este episodio. Más que por la dimensión del mismo -el veto a Vilariño de APAC fue replicado por el BNG acusando a Peña de cobrar 900 euros mensuales por asistencia a órganos colegiados y cuestionando su capacidad de trabajo- por el hecho de que trascendiese con una dimensión que vio desproporcionada. "Esto está en vías de solución", dijo. Y aseguró que las diferencias de criterio también se dan en gobiernos monocolores, poniendo como ejemplo los casos de exdiles del PP en el ejecutivo. "Antonio Rodríguez no se hablaba con Camilo González o Nuria Rodríguez Carral con Nicolás Varela", adujo. "Estas cosas pasaron y pasarán toda la vida y como toda tormenta no creo que deje daños colaterales", declaró en referencia a una posible ruptura de relaciones entre las dos formaciones políticas implicadas en esta polémica.

El alcalde, retomando el cisma entre APAC y BNG, indicó que tras exponer a Peña que la dedicación exclusiva de 28.000 euros brutos anuales para Vilariño -el martes pasado- el jueves le llegó un aviso de que la plataforma estaría valorando su sentido del voto, hasta que después lo llamaron para comunicarle que estaban en contra. Ese mismo día, aseguró Cuiña, se puso en contacto con el edil de Obras y Turismo para trasladarle la posición de APAC y ya entonces Vilariño le comunicó que si su salario era un problema, estaba dispuesto a renunciar al mismo. "Le agradezco este gesto, pues denota que lo que quiere es trabajar y las cuantías que reciben unos y otros son discutibles", declaró sin aludir expresamente a nadie, aunque sonó a recado a Peña. Por último, comentó que con el salario aprobado en los presupuestos municipales para el nacionalista, Vilariño ganaría 200 euros menos al mes que en su actual puesto de trabajo.

El alcalde y su número dos aprovecharon la comparecencia para atacar al PP por haber dicho en campaña que su futuro gobierno tendría cuatro dedicaciones. Casares aseguró que el ejecutivo actual es 101.000 euros más barato que el último de José Crespo y hasta 125.000 si se incluye el asesor del PP pagado con recursos públicos para este mandato. Sobre la lea entre APAC y BNG dijo que se trataba de un "enfrentamiento casi de índole personal entre dos formaciones políticas" y enfatizó en que el ejecutivo del que forma parte llegó al consistorio con la intención clara de "cambiar las cosas y hacer políticas para los ciudadanos".