Cinco nuevos petroglifos seguros y otros cinco posibles en montes de A Estrada y Cuntis acaban de engrosar la nómina de hallazgos del estradense Jorge Fernández Guerra, que hace poco más de tres meses localizaba 5 estaciones diferentes a las ya conocidas en Cequeril (Cuntis) y que en su día ya había mostrado a Rapa das Bestas los petroglifos que había visto en O Curuto y O Trono da Moura de Sabucedo.
Estos hallazgos no son casuales. A este profesor de Cociña e Pastelería en Lamas de Abade le gusta pasear por el monte y escudriñar las piedras en busca de inscripciones realizadas por la mano del hombre hace siglos. Diplomado en Turismo y miembro de Codeseda Viva, ha visto con satisfacción cómo su afición le permitirá apuntalar el tirón turístico de la ruta por la parroquia ideada por el colectivo. En la parte alta de Marcenlos -donde se presume que hay vestigios de un castro- localizó un petroglifo con una inscripción cuadrangular (foto 3). También halló cerca una cruz de cantero En Souto detectó otros dos petroglifos. La primera inscripción pétrea (foto 7) consta de un círculo-laberinto central, un círculo con una cruz inscrita en su parte superior derecha y lo que, a juzgar por el dibujo y el tacto de la piedra, entiende que es una serpiente enroscada. Muy cerca del río halló otro claro petroglifo con un motivo muy similar al encontrado por González Alén en Lalín hace semanas: una especie de figura humana. En este caso tiene una especie de rabo enroscado.
Ya en Cuntis, localizó un nuevo petroglifo en Cequeril con 3 cazoletas y en Mesego, otro de tipo cuadrangular como dos que ya había descubierto en Cequeril, muy similares a los que ya se conocían en esa aldea, en el Monte do Galiñeiro.
Por estudiar y certificar que son petroglifos apunta otros cinco. El de Marcenlos simularía la figura de un hombre con líneas rectas y una cabeza redondeada. Aboga por que lo estudie Patrimonio.En Souto, halló varias líneas paralelas no equidistantes y sobre una gran piedra, una cazoleta. En Cequeril detectó líneas que ve difícil que causase la erosión. Añade otros dos, en Barro y Sabucedo. En estos cinco casos se muestra cauto y aboga por que los estudie Patrimonio.
