El Auditorio Municipal de Lalín llenó ayer hasta los topes su Sala Tuno Valdés para presenciar el tradicional concierto de fin de año en su 29ª edición, con la Banda, la Coral Polifónica y el Coro Luis Areán. El recital coincidió, como viene siendo habitual desde su institución, con la entrega de los galardones Lalinenses do Ano a Daniel González Alén, Carlos Blanco y la plataforma Salvemos Catasós.
El cronista e investigador Daniel González Alén fue elegido por el jurado en la categoría de Toda una vida por su contribución a salvaguardar "de manera inconmensurable" la tradición oral y escrita. En el apartado individual, el premio recayó en el deportista Carlos Blanco, recientemente proclamado subcampeón del mundo de fisioculturismo en la categoría de peso pesado. A Salvemos Catasós le llovió la distinción, en la modalidad de colectivo, por su labor a favor de la preservación de las masas arbóreas de Casas Vellas y de Catasós, en general, amenazadas por el paso de la línea eléctrica de alta tensión proyectada por Gas Natural Fenosa entre O Irixo y Lalín. Los premios, consistentes en diplomas y estatuíllas de O Naranxo, fueron entregados por el teniente de alcalde de Lalín, Nicolás González Casares, el empresario Román Pedreira -uno de los agasajados en la anterior edición- y el alcalde, Rafael Cuiña Aparicio. Entre el público estaban el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, y el exalcalde José Crespo.
La entrega de galardones dio paso a un concierto con un marcado carácter navideño, que alternó una selección de las mejores páginas de la zarzuela española con melodías inspiradas en corales de Bach, delicadas nanas y bandas sonoras de máxima actualidad, como Star Wars. La música de esta película, obra de John Williams, fue la preferida por el público en la pizarra habilitada para sugerencias durante el concierto de Santa Cecilia. Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó con el estreno absoluto de Neva, una canción en la que banda y coral interpretaron los sonidos compuestos por Benxamín Otero sobre un poema homónimo de Uxío Novoneyra publicado en su obra Os eidos, ocasión para la que fue invitado el hijo del poeta.
