Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Jornada de luto por el teniente de alcalde

El "imprescindible" hombre "bueno"

Ayudaba a los vecinos a canalizar quejas o a pedir citas médicas si estaban enfermos

El fallecido teniente de alcalde de Cerdedo, tomando posesión como edil el pasado 13 de junio.//Bernabé

Dedicaba su tiempo libre a ayudar a sus vecinos. "Generoso", "desprendido" y "sin dobleces" -según destacaba ayer su compañera del equipo de gobierno, Mary Sanmartín- Gonzalo Barreiro era, ante todo, un hombre "bueno" que vivió entregado al servicio de sus vecinos hasta el final.

Durante años, ayudó a innumerables lugareños a tramitar las peticiones de citas médicas o las reclamaciones que estimasen conveniente ante las distintas administraciones públicas. También les visitaba cuando estaban enfermos. No tenía carné de conducir pero eso no le impedía acercarse al hospital para visitar a quien estaba atravesando una mala racha.

Lo suyo era estar con los vecinos cuando más le necesitaban. Hace escasas semanas, ayudó a muchos cerdedenses a alegar al resultado de la última actualización de Catastro. El viernes por la tarde casó a una pareja por lo civil y el sábado por la mañana -horas antes de sentirse mal- asistió como sacristán a un funeral.

Fueron los últimos servicios a unos vecinos por los que siempre se desvivió y que ayer confesaban a esta Redacción que se sentían "huérfanos" y que no sabían cómo podrían salir adelante sin él muchos de los cerdedenses a los que ayudó durante años y más años. Lo ven "imprescindible". Muchos acudieron ayer a la capilla ardiente -al igual que el sargento, el cabo y agentes de la Guardia Civil de Cerdedo- para arropar a la viuda y a los tres hijos de Barreiro en tan duros momentos.

Hombre afable y de talante dialogante, Barreiro era uno de los políticos más valorados del municipio. Teniente de alcalde durante varias legislaturas con el anterior alcalde, José Luis Jorge Caramés, tras un paréntesis de tres legislaturas en su vida pública, había vuelto a tomar posesión como edil el pasado 13 de junio. Ya jubilado, se involucró como siempre lo había hecho: a tope. "Muy alegre y dinámico", según destacaban ayer el actual alcalde José Balseiros y el edil popular Agustín Troitiño, había asumido la coordinación de numerosos asuntos vinculados a Obras y Protección Civil.

Lo hacía muy bien, señala su compañera Enma Valiñas. Conocía perfectamente ambas carteras. No en vano, según destacaron Balseiros y Caramés, había sido a finales de los 90 el fundador de Protección Civil. Presidió la agrupación de voluntarios desde 1998 hasta 2003 y volvía a hacerlo tras su reciente regreso a la política en 2015.

"Estaba pletórico", lleno de "energía" y de "ilusión". Atrás quedaban años de trabajo callado, en los que colaboró estrechamente con los párrocos de Pedre y Cerdedo, Casimiro Valiñas y Luis Caxide. Con el primero acometió la informatización de los libros de nacimientos, defunciones y matrimonios de las sucesivas generaciones de vecinos de la parroquia de Pedre. También completaría la informatización de los archivos parroquiales de Castro y parcialmente la de los de Tomonde y Figueroa. En proyecto, tenía también la informatización de los archivos de Cerdedo.

De ahí su óptimo conocimiento de las raíces familiares de muchos cerdedenses. Su compañero José Luis Crujeiras recordaba ayer, emocionado, que hace un mes le sorprendió con un árbol genealógico que recogía a 7 generaciones de sus antepasados en Castro.

Pero Barreiro también tuvo tiempo para ejercer de juez de paz entre 2007 y 2011, para ser sacristán hasta el final y paraejercer de catequista con unos niños que jamás podrán olvidar su sempiterno buen humor.

Compartir el artículo

stats