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Financiación municipal

Lalín genera de recursos propios casi el 60% de los fondos para sus presupuestos anuales

Su índice de suficiencia financiera está casi 20 puntos por encima del de A Estrada -Dozón es el que más dependió de financiación externa; siete de cada diez euros -La cuenta de la capital dezana para 2016 rebasará los 14 millones

Lalín consiguió por los principales tributos 6 de cada 10 euros de sus presupuestos. // Bernabé/Gutier

Pese a que los concellos son las administraciones públicas con menor volumen de deuda si se compara con autonomías o Estado, el Gobierno Central está apretando a los municipios al máximo en el control de su gestión. La normativa del Ministerio de Administraciones Públicas es cuestionada por la practica totalidad de los gobiernos de Deza y Tabeirós-Montes, pues su autonomía se ve atacada y actualmente tienen más poder de decisión en la elaboración de un presupuesto los técnicos municipales que los políticos. Con la caída de los ingresos procedentes de la Xunta, Estado o en casos las diputaciones es clave el nivel de suficiencia financiera; es decir, la capacidad de un ayuntamiento para generar con recursos propios la mayor parte de sus cuentas anuales.

Una mayor fiscalidad se traduce en más ingresos para las arcas municipales y, en consecuencia, más libertad para decidir en qué gastar el dinero de los contribuyentes. En caso contrario; es decir aquellos concellos que imprimen una menor presión fiscal, los hace depender de los recursos que puedan llegar de otras administraciones. En las comarcas se dan estas dos situaciones y no siempre aquellos municipios de similares estructuras tienen idéntico nivel de suficiencia económica. Lalín -con datos de la liquidación presupuestaria del año pasado- obtuvo de recursos propios el 59% del presupuesto de gastos. De una cuenta que finalmente ascendió a 15,3 millones de euros, vía impuestos recaudó 8, 8 millones. Esta cantidad se desglosa en los 5,4 de tributos directos; otros 3,1 obtenidos de tasas y otros ingresos y 239.231 euros de impuestos directos. Por tanto, casi 6 de cada 10 euros precisos para el funcionamiento de la administración local lalinense proceden de impuestos. Una mayor presión fiscal es políticamente impopular, pero permite a los concellos tener más capacidad en solitario y no estar a expensas siempre de transferencias al margen de las propias de la comunidad autónoma o del Estado, al margen de las que cada uno ya se lleva por la participación de ingresos. En el caso del organismo provincial la política anunciada por el gobierno presidido por Carmela Silva apuesta por un reparto de fondos en función de las características de cada concello y que sea menos discrecional. A la espera de ver con detalle la propuesta de presupuestos del gobierno presidido por Rafael Cuiña, la cuenta superará los 14 millones de euros y rebasar en cerca de dos la prevista para el año en curso. Aunque cierto es que un presupuesto no deja de ser una declaración de intenciones y lo que verdaderamente muestra la realidad es su posterior liquidación.

Pero si retomamos la suficiencia financiera de los demás concellos de la zona cabe destacar que la capacidad de A Estrada estuvo el año pasado casi 20 puntos por debajo de la de Lalín. Sus ingresos por los principales impuestos ascendieron a 5 millones de un total de 12,5 de gastos. La administración estradense recaudó 3,5 millones de tributos directos; 1,4 de tasas y 59.500 de indirectos. En una situación semejante e incluso más favorable a Lalín aparece Silleda. Su nivel de autosuficiencia económica anual fue del 64%, con 3,7 millones de ingresos tributarios frente a los 5,8 con los que fue liquidado el presupuesto de gastos. En el caso de Vila de Cruces la proporción está en algo más de la mitad. El Concello percibió 1,8 millones de tributos dentro de una cuenta anual de 3,6. Sus vecinos pagaron 1 millón de impuestos directos; 171.449 euros de indirectos y 631.648 de tasas. Rodeiro -datos del presupuesto de 2013- está en el 40% de autosuficiencia, con 706.800 euros de ingresos propios de 1,7 de gastos.

A medida que bajamos de categoría del ayuntamiento también desciende este índice. En Forcarei es el 39% de los 2,7 millones del balance de gastos. En Agolada, con 619.978 euros de ingresos de tributos locales, su índice de solvencia directa está en el 32%, al contabilizar casi 1,9 ,millones en sus cuentas para gastos. En la cola está el Concello de Dozón, donde los recursos propios no suponen ni 3 de cada 10 euros de su último presupuesto liquidado, que se situó exactamente en 852.891 euros.

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