En los dos meses que lleva como alcalde de Lalín, Rafael Cuiña ha llevado a la red numerosos debates. Sus perfiles de Facebook se han convertido en una herramienta más para su labor política. Al igual que otros políticos se ha valido de ellas ya durante la campaña electoral pero desde su entrada en el gobierno han servido a modo de ágora virtual para debatir con los ciudadanos nuevas propuestas impulsadas desde el ejecutivo. Medidas como la peatonalización parcial del casco urbano o las actuaciones planteadas para la conservación del patrimonio municipal han sido ya examinadas en este espacio.
La última consulta realizada ayer mismo en este formato hacía referencia a un tema que el regidor confesaba que le causaba cierto "pudor". Se trata del cambio de ubicación de la estatua de su progenitor, Xosé Cuiña, su predecesor en el cargo. La escultura, ubicada en la escalinata de la iglesia de Lalín, fue realizada a modo de homenaje y agradecimiento del pueblo de Lalín por su labor. El monumento fue inaugurado en 2008, justo un año después de su fallecimiento. Pero su ubicación no acabó de convencer a muchos ya en aquel momento y la posibilidad de trasladarla toma de nuevo forma. El regidor apuntaba que ha recibido numerosas peticiones en este sentido lo que le ha llevado a consultarlo abiertamente.
La participación en solo un día ha sido notable y la mayoría de propuestas pasan por trasladar la estatua. Las alternativas más respaldadas abogan por trasladar la figura a las inmediaciones del consistorio. Aunque en este sentido hay también variedad de opiniones. Unos apuestan por ubicarla junto al antiguo edificio del concello-futura biblioteca- ya que fue en este espacio donde ejerció su labor política. Mientras, también hay quien defiende que se coloque junto al actual consistorio. Tampoco faltan las opiniones que defienden que debe dejarse en el mismo sitio, precisamente fue el artista que realizó la obra quien abogó en aquel momento por este espacio, tal y como señaló el regidor. También se contempla que se coloque en alguna de la rotondas centrales de la capital dezana, un lugar más visible, o incluso en el paseo del Pontiñas. Muchos insisten que esta decisión debe corresponder directamente a la familia. Por el momento, el debate sigue abierto.
