El ejecutivo de Silleda iniciará en junta de gobierno local, a finales de la presente semana, el proceso para adjudicar la gestión de las dos estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) ubicadas en Silleda y A Bandeira. Con este anuncio, el gobierno descarta una de las alternativas que se barajó en la Mesa da Auga, y que pasaba por derivar este servicio a la actual empresa de abastecimiento, Espina y Delfín, mediante una prórroga del contrato de cinco años y la cancelación de parte de los más de 300.000 euros de deuda que tiene el Concello con la firma. Dos de los tres colectivos vecinales que se integran en la Mesa da Auga desaconsejaron esta alternativa y apoyaron la propuesta de mantener el contrato por abastecimiento hasta que expire, (en el año 2016) a cambio de que el Concello asumiese la gestión de las depuradoras.

Pues bien, Trasdeza no renovará el contrato por abastecimiento de agua a Espina y Delfín. Desde que terminó el convenio para la depuradora de Silleda -en 2013-, y después de varias prórrogas con la empresa, desde el pasado 4 de junio el Concello se hizo cargo de las instalaciones, lo que obliga a disponer de un operario de forma continuada en estas instalaciones ubicadas en Rosende. En cuanto a la EDAR de A Bandeira, está en manos municipales desde su puesta en marcha. Además, de ocuparse de estos dos complejos, el Concello se encarga de cubrir el incremento del canon del agua, ya que las tasas están congeladas desde el año 2007.

Lei de Augas

"La gestión municipal en estos momentos es casi inasumible, no solo en lo relativo a la contratación de personal debidamente calificado, sino también por otras cuestiones técnicas", explica el alcalde, Manuel Cuíña. Desde el Bloque, su portavoz Matías Rodríguez da Torre ya indicó en su momento que la alternativa de la asunción pública de la gestión de las depuradoras estaba incompleta al carecer de un estudio sobre los costes de depuración. El edil también recuerda que, según la Lei de Augas de 2010, es la Xunta quien debe asumir la gestión de las depuradoras, en lugar de la administración local.

El contrato de abastecimiento de agua se formalizó con Espina y Delfín en 1996, con Juan Salgueiro como alcalde y por un periodo de 20 años. En cuanto al pacto por la depuración de aguas residuales, se suscribió en 2003, por un plazo de diez años y con José Fernández Viéitez en la Alcaldía.