Colchonetas por el suelo, globos o Mamma mia, de Abba, sonando en el salón principal del Auditorio Municipal crearon un ambiente festivo y lúdico, el propio para un taller de emociones. Fue el impartido ayer, dentro del curso de verano Novas fronteiras na igualdade de oportunidades 2.0 por Fernando Barragán Medero, profesor de Didáctica y Organización Escolar en la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna, en Tenerife. "Nadie diría que soy profesor universitario", dice, mientras baila al ritmo de la música que les pone a sus alumnos para el taller Ememocionar para alcanzar la felicidad.

Simultáneamente, en un aula, Franches Belenguer Hernández, coordinador del máster en Sexología, Terapia Sexual y Género del Instituto de Sexología Al Andalus, de Granada, desarrollaba el mismo taller con otro grupo. En ellos se realizan ejercicios de presentación, desinhibición y confianza, se habla de las experiencias afectivas, se ríe, incluso se abraza. "Estamos poco acostumbrados a dejar salir nuestras emociones, a expresarlas y hablar de ellas", explica Franches Belenguer. En su taller eso no pasa: Todos se sueltan.

La primera conferencia de la jornada se frustró, por una hernia discal de la ponente. Ianire Estébanez Castaño iba a presentar su blog Mi novio me controla lo normal, pero su hospitalización le impidió estar ayer en Lalín. Sí estuvo Sonia Herrera Sánchez, licenciada en Comunicación Audiovisual y doctoranda en la Universidad Autónoma de Barcelona. En su disertación sobre Series de nuestra infancia y mandatos de género se puso las "gafas violeta" para volver a ver series como Érase una vez el hombre, Los Trotamúsicos o He man, y advertir de las representaciones de los roles de género en ellas. Quiso profundizar en "cómo se reproducen los mandatos de género para los que nacimos en los 70 u 80", teniendo en cuenta el gran poder socializador de las series infantiles, la "seducción" del medio televisivo y los modelos de conducta que genera. "La tele nos decía qué era una mujer o un hombre y cómo debía comportarse", explicó. Solo el 20% de las series tienen protagonista femenina, una cifra que se mantiene aún.

A la tarde tuvo lugar la ponencia Ficción audiovisual y violencia contra las mujeres, de la socióloga Pilar Aguilar Carrasco, que ahondó en el cine.