El Concello de Vila de Cruces deberá reducir la capacidad de expansión de los núcleos pretendida en el nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). Es una de las principales recomendaciones de la Secretaría Xeral de Ordenación do Territorio e Urbanismo, que remitió ya al gobierno local el segundo informe previo a la aprobación inicial del Plan -el primero fue enviado en febrero de 2010-. El documento alude a la "tendencia demográfica regresiva" que vive el Concello, cuya capacidad residencial es 6.085 habitantes en 2012, y de 3.200 viviendas.

En opinión de los técnicos de la Xunta, el plan, que se desarrolla en doce tomos redactados por Adiu, debe "justificar adecuadamente, de acuerdo con los principios de utilización racional de recursos naturales y desarrollo territorial y suelo sostenible", la capacidad residencial pretendida en un futuro esto es, 1.358.980 metros cuadrados, lo que representaría unas 9.000 viviendas. Añade que la demanda de crecimiento y la capacidad de acogida de los núcleos no justifica la delimitación de la parte de los ámbitos de suelo de núcleo rural común en los casos de: Obra, A Costa, Añobre, Brandomés, A Caseda, Lareo, Barreiros, Amosa, O Abollo, Abeleira, Serrape, O Casal, Abealla, Pousadoiro, Covas, O Campo-Espiñeiro, Barrio, A Seara, Navaza, Caxide, Barrio (Toiriz), Mosteiro, Pazos, Souto, Reboredo, Morouco, A Igrexa, A Moa, Vilanova, Señorín, Guieral, As Farrapas, Tirabá, Lamego, Vilanova, Cirela, O Camballón, Pino y Vilar.

La Secretaría también advierte que el PXOM "fuerza" la delimitación de suelo de núcleo rural con el fin de incluir suelo de edificaciones recientes en dieciocho núcleos, y detecta que la catalogación de veinticinco núcleos rurales no responde a la estructura del asentamiento.

Respecto a la clasificación de suelo urbanizable, el informe deja claro que el suelo no delimitado residencial ocupa terrenos a los que, según el Ministerio de Agricultura, le corresponde la clase agrológica (de alta productividad), por lo que deberían ser clasificados como suelo rústico de protección agropecuaria. La misma consideración pide para algunos terrenos afectados por concentraciones parcelarias a los que, según la Xunta, no se les asigna dicha categoría. De igual modo, insta a clasificar como rústico de protección forestal terrenos afectados por incendios o áreas que presenten riesgo. "Se detectan más zonas incendiadas de las que figuran en la información del PXOM", sentencia el informe.

Varios errores

El análisis de la Xunta detecta varias deficiencias en el documento urbanístico. Una de ellas, que no incluye un estudio que justifique la capacidad de las redes viarias y de servicios. También exige que la clasificación del suelo rústico de protección de aguas vaya reflejada en su totalidad en los planos de clasificación y advierte que el Plan no determina ningún sistema general preferente para poder desarrollar los suelos urbanos no consolidados o el suelo urbanizable delimitado.