Tanto la jefa de servicio del centro de salud de Lalín, Pilar López Carrón, como uno de sus médicos, Manuel González Aller, coinciden a la hora de explicar cómo deben actuar en una urgencia. "Si existe riesgo para la vida del paciente que entra por una emergencia, los médicos nos desplazamos con ellos en la ambulancia a Santiago, de modo que los pacientes que estaban esperando consulta o bien son atendidos por compañeros, o bien esperan a nuestro regreso", explica la también edil de Saúde Pública de Lalín. Es más, incluso se puede aplazar al día siguiente aquellas consultas que no revisten cierta premura.

Y eso fue lo que hizo otra médica del ambulatorio lalinense, Carmen García. A mediodía del miércoles, una de sus pacientes acudió al centro con carácter de urgencia y quiere agradecer a la médica "y a su enfermera Susana los buenos y rápidos servicios de atención, ante la gravedad de la situación". Ambas no dudaron en acompañar a la enferma al CHUS de Compostela, no sin antes avisar a los celadores para que el resto de médicos del ambulatorio atendiesen a los pacientes que le faltaban por consultar. El propio González Aller se encargó de tres de estos pacientes, "ya que es el trámite habitual", explica. Pero esta actuación, la normal en cualquier centro de salud ante un caso de urgencia, desató cierta polémica en el centro de salud. Uno de sus pacientes protestó por el "presunto abandono de la consulta" por parte de la doctora, una cuestión que desmienten tanto sus propios compañeros de trabajo como la paciente a la que atendió con carácter de urgencia.