El Museo Ramón Aller, de Lalín, acoge este viernes (19.30 horas) la presentación del libro Cómo salir de esta, escrito por el periodista coruñés José Luis Gómez, especialista en economía. Al acto también acudirán los empresarios Anxo Quintana y Rafael Cuiña, además de la directora de Actualia Editorial, Cristina Seco.

-Corría el año 2007 cuando en la revista Capital, que usted dirigía, se advirtió de la inminente llegada de la crisis, pero la reacción política y social tardó unos cuantos años en producirse. ¿Tan evidente era lo que se nos venía encima?

-Por aquel entonces ya había una serie de factores que invitaba a pensar que la burbuja inmobiliaria iba a causar estragos. En 2007, la economía española llevaba creciendo de forma continua durante 11 años y en el sector financiero eran muchos los que vaticinaban la recesión. Ahora, aquel La crisis que viene puede tener cierto valor porque no era un discurso políticamente correcto. Tenemos que pensar que, si una revista era capaz de ver la crisis que se avecinaba, también era evidente para el Banco de España y los políticos, lo que ocurre es que éstos siempre tienden a esperar a ver qué pasa. Lo que ocurrió en este país es que, al margen de los errores durante el segundo mandato de Zapatero, también se produjeron decisiones erróneas en los gobiernos de las comunidades, en todos los partidos, en el Banco de España y en la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

-Menciona al Banco de España, que comparte tutela, junto a los gobiernos autonómicos, de las cajas de ahorros. ¿Lo correcto sería encarcelar a los culpables de la crisis financiera, como en Islandia, en lugar de conceder subvenciones millonarias a los bancos?

-Una cosa es depurar las responsabilidades de los gestores y otra que el sector financiero precise dinero para que funcione y, con él, la economía. España podría haber optado por dejar caer algunas entidades financieras, pero así perjudicaría a las personas que tenían depósitos en ellas, así que se optó por inversiones millonarias en bancos, que ahora tenemos que avalar entre todos. El camino correcto para salir de la crisis pasa por abaratar la financiación y refinanciación de la deuda pública ya privada, ya que pagamos un interés muy alto y, con ese dinero que ahorraríamos, se podrían crear actividades que generasen empleo.

-La crisis se cebó sobre todo con la construcción y la inmobiliaria. ¿Es posible volver a generar empleo en estos ámbitos?

-Creo que el país tiene que llegar a un pacto entre el gobierno, los sindicatos, la oposición y los empresarios para decidir cómo llenar ese vacío que dejó la construcción: si construyendo coches de alta gama, como los alemanes, o fabricando productos como los chinos, lo que implicaría tener unos sueldos más bajos. Estos pactos son similares a los Pactos de Moncloa durante la transición.