Los municipios de Vila de Cruces y A Estrada concentran el 89% de la producción vitivinícola de la zona, gracias a sus microclimas que, en el caso de Cruces, le permite elaborar caldos bajo la D.O. Rías Baixas. Los nueve concellos disponen, según el Anuario de Estadística Agraria, de 737 parcelas dedicadas a la producción de uva –ya sea de mesa o para vinificación–, de las que 167 se ubican en el concello cruceño y el triple, 494, en A Estrada.

Con estos datos, es más que evidente el liderato de los dos municipios en sus respectivas comarcas. Vila de Cruces, así, aporta más de la mitad de la producción de uva de todo el Deza, que cuenta, en total, con 242 fincas. El resto de la lista lo completa Silleda, con 45 explotaciones, Agolada, con 18, Lalín con 11 y Rodeiro, con solo una. En Tabeirós-Terra de Montes, de las 495 parcelas resultantes, solo una se desmarca de A Estrada, al ubicarse en Forcarei.

Pero si Cruces y A Estrada disfrutan de un clima idóneo para producir uva, Lalín lidera el ranking de frutales secos al aire libre, con 137 de las 233 parcelas que existen en toda la comarca. El resto de sus concellos vecinos presenta unas cifras más modestas, según los datos del anuario del Ministerio de Medio Ambiente. Así, en Vila de Cruces se constatan 18 cultivos de este tipo, frente a los 12 de Silleda. Por debajo de la veintena también se colocan Dozón (con 15 parcelas) y Agolada (con 11). Caso distinto es el de Rodeiro, que se sitúa en segundo lugar y tras la cabecera comarcal, con 40 explotaciones de este tipo de cultivos leñosos. En lo que concierne a Tabeirós-Montes, las 46 parcelas de frutales secos se distribuyen entre las 27 de A Estrada, las 16 de Forcarei y las 3 de Cerdedo. Así las cosas, toda la zona dispone de 279 explotaciones destinadas a proporcionar frutos secos.

En idénticas cifras se mueve la producción de leguminosas para grano, con 124 explotaciones en el área destinadas a producir garbanzos, lentejas o judías, frente a otras tantas que cultivan guisantes y habas y, en tercer lugar, 27 parcelas destinadas a, por ejemplo, mezclas con cereales. Por comarcas, en Deza se constatan 58 plantaciones de garbanzos, de las que casi la mitad (24) vuelven a ubicarse en Vila de Cruces, seguida de cerca solo por Silleda, con 14. Los cuatro municipios restantes muestran un cultivo casi testimonial de estas legumbres, con 20 fincas entre todos.

Tabeirós supera levemente a Deza en este apartado, con 66 parcelas de leguminosas, de las que 48 radican en A Estrada, 15 en Forcarei y 3 en Cerdedo. Más compensado está el reparto de cultivo de guisantes, con 63 predios en toda la comarca, de los que 33 pertenecen al municipio estradense, 28 al de Forcarei y 2 al de Cerdedo. En Deza, se contabilizan 23 fincas en Cruces, 20 en Lalín y 10 en Silleda. Los concellos menores suman 8. Son, en total, 61 parcelas.

El Anuario de Estadística Agraria también indica que 1.833 explotaciones de las comarcas están ocupadas por otro tipo de tierras sobre las que se asientan eras, canteras, patios, caminos o estanques. Lalín (380) y Rodeiro (224) concentran la mitad de las 1.163 de Deza, mientras que A Estrada (557) supone el 83% de las 670 de Tabeirós.