Negro destino para los cuatro caballos que desde hace más de un mes permanecían apresados en una finca de Requián, en la parroquia estradense de Frades. Después de ser apresados por los vecinos por los daños que estos les atribuyen en sus fincas y plantaciones, los équidos serán sacrificados, al no aparecer comprador durante la subasta pública celebrada en la mañana de ayer frente al corral en el que permanecían los animales –tres yeguas y un macho–, en una propiedad del lugar de Casalpaio.

Mientras aguardaban la llegada de los representantes municipales para que pudiese iniciarse la puja, los vecinos se fueron concentrando junto al cercado en el que estaban retenidos los caballos y comentando los daños que estas reses, carentes de identificación que permitiese contactar con su propietario, les causaron en algunos cierres y cultivos. Explicaron que, cansados por las irrupciones en sus propiedades que los équidos venían realizando durante "tres meses", decidieron organizarse y retenerlos, a fin de que su propietario los reclamase y saldase los desperfectos.

En torno a las 11.30 horas el edil de Medio Rural, el también primer teniente de alcalde Juan Constenla, llegó a Requián acompañado por dos técnicos municipales. De inmediato arrancó la subasta, con un precio de salida marcado, en base a la valoración realizada por un veterinario, en 960 euros por los cuatro caballos. "¿Hay algún interesado en adquirirlos? ¿Hay alguien que oferte algo por ellos?". Ambas preguntas tuvieron el silencio por respuesta. Se procedió también a informar a los presentes que, si surgía algún comprador, con lo recaudado por la subasta se procedería a indemnizar a los vecinos con 4,81 euros por animal y día en concepto de manutención.

Después de que ninguno de los presentes manifestase su voluntad de hacerse con los caballos, un vecino apuntó que podría haber un interesado de Laracha en recoger a los animales y llevarlos para una finca. Sin embargo, después de varias llamadas telefónicas y de ser informado de que los caballos tendrían que abandonar Requián provistos de un microchip que los identifique –tal y como exige la nueva normativa autonómica para este tipo de ganado– con un coste de 40 euros, el particular en cuestión decidió no hacerse cargo de los équidos. A las 11.50 confirmó en una nueva llamada su decisión y se resolvió que, ante la falta de compradores, la única alternativa para los animales era preparar los papeles para el sacrificio.

Constenla indicó que el Concello emprendería los trámites de inmediato para ponerse en contacto con una empresa que procediese a la retirada de los animales del lugar y a su traslado al matadero. Con esta salida, los vecinos tampoco ven compensados los daños.