El presupuesto, de 13,9 millones que manejará el Concello de Lalín en 2012, resulta escaso y mal diseñado para la oposición. Socialistas y nacionalistas echaron en cara al gobierno local que la cuenta parte con una nula capacidad inversora y gran parte del dinero se destinará al personal, mientras que actuaciones necesarias quedarán sin atender por el lastre que suponen, entre otras cuestiones, los 680.000 euros que se consigan para pagar el canon del Lalín Arena.

Las comisiones informativas se desarrollaron sin la presencia de la interventora, cuestión que enmarañó la sesión, "al ser incapaz el concejal de Facenda [ Manuel Gómez] de atender a algunas de nuestras preguntas", apuntó el portavoz del Bloque, Xesús Cordeiro. El nacionalista atribuyó los progresivos recortes en el presupuesto en los últimos años "a la chulería de un gobierno que tiró para adelante al ver las liquidaciones elevadas", dijo, aunque entendió que la merma en la cuenta obedezca en parte al contexto económico. "En los últimos años hay una bajada temeraria de hasta el 20 por ciento en el presupuesto, se mantienen los asesores de la alcaldía y otros gastos prescindibles, mientras las parroquias seguirán otro año sin servicios fundamentales", declaró. Cordeiro recordó que el Concello recurrirá a un préstamo de 103.000 euros para afrontar, entre otras eventualidades, la construcción del transformador de la piscina climatizada.

Por parte del PSOE acudió su portavoz, Manuel González Aller, quien recordó que la principal inversión para 2012 [803.000 euros] corresponden a la aportación del Ministerio de Fomento para la rehabilitación del Pazo de Liñares. De más de un millón de euros que absorberá este proyecto, la Xunta aporta 240.000 y el Concello los 21.800 restantes. "A parte de esto hay una inversión de 290.000 euros, que es la única y que se pretende cubrir con la venta de patrimonio municipal de suelo, algo que no se conseguirá", dijo. Finalmente, el PSOE votó en contra de la propuesta de presupuestos y el BNG se abstuvo hasta conocer con detalle el documento que se aprobará el lunes.

El gobierno se negó a respaldar la petición de los socialistas, sobre la rebaja a la mitad del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), para incentivar la construcción y evitar proyectos irregulares. Más polémico fue el punto en el que Aller defendió la supresión de asignaciones pos asistencia a órganos colegiados, negada por el ejecutivo "por entender que trabajan y, por tanto, deben percibir estas compensaciones". Y Cordeiro acusó al ejecutivo de crear salarios encubiertos. El portavoz del gobierno local, Román Rodríguez, indicó que la supresión de las dietas se aplicó en la mancomunidad "porque tiene un presupuesto muy pequeño" y calificó de "rabieta" la iniciativa de los socialistas.