La capital dezana vivió en la mañana de ayer un suceso de gravedad que se saldó sin daños personales, pero que reavivó la necesidad de que se acelere la aprobación de una Inspección Técnica de Vehículos (ITE) para la revisión del cada vez más vetusto parque de viviendas de determinadas calles céntricas de la localidad. Cerca de las 10.00 horas, una ventana se desplomó sobre la calle Principal, una de las que conforman el "corazón urbano", desde un séptimo piso sin alcanzar a ninguno de los numerosos transeúntes que andaban por la rúa.

El marco y el cristal procedían del número 17 de la calle Principal y causaron un importante estruendo al caer al vacío e impactar sobre uno de los contenedores que hay delante del edificio. Justo en ese inmueble se encuentra una oficina bancaria de la que comenzaban a entrar y salir clientes, aunque el desprendimiento de la ventana se saldó solo con un susto.

Hasta la zona se desplazó de inmediato una patrulla de la Policía Local de Lalín, que fue alertada por un vecino que vio la caída de la ventana. De hecho, fueron varios los viandantes que observaron el desplome sobre la calzada y, tras el suceso, se vanagloriaban de que no hubiera alcanzado a nadie. De hecho, sostenían que, de haber sucedido alguna desgracia, las consecuencias podrían haber sido muy graves por la altura desde la que cayó la ventana y la velocidad que cogió el objeto.

Los agentes de la Policía Local comprobaron que el suceso había quedado en un susto y que ni siquiera había causado daños en los vehículos estacionados. Una vez retirado el marco, apenas unos cristales en la calzada dejaban rastro del incidente. En cuanto a la investigación, los agentes iniciaron sus pesquisas sospechando que los dueños del piso del que cayó la ventana podrían estar limpiándola y se les cayó. Cabe señalar que el edificio, el de mayor altura del casco urbano y bastante antiguo, cuenta con ventanales que datan prácticamente de la época de su construcción.

Así, aunque no se trató específicamente de un desprendimiento como los que afectó en los últimos meses a fachadas de las calles Observatorio, Manuel Rivero, Rosalía de Castro o Ponte, en parte se debe a los vetustos sistemas de sujección de los ventanales, que pueden ser extraídos sin otras medidas de seguridad para su limpieza.

Cabe señalar que el gobierno lalinense incluye en su programa electoral, y así lo ha aseverado el alcalde, Xosé Crespo, ante la reiteración de estos hechos, una ordenanza para la ITE con el propósito de mejorar el estado de los edificios y evitar algún accidente grave.