"Pegada á raíz ten que ir a terra boa". Un agente forestal del Distrito XVI presta sus conocimientos a un grupo de escolares del colegio San Xoán Bautista de Cerdedo. Le escuchan con atención y toman buena nota del consejo, aunque acto seguido parecen desvanecerse sus recomendaciones para que estos pequeños no acaben, a golpe de terrón, con la blancura de su calzado deportivo. Todo les sirve como herramienta, desde las manos a los pies, que enseguida convierten en improvisadas palas para arrastrar la tierra o en pisones para asentar el manto que habrá de arropar a los árboles que en la soleada jornada de ayer se encargaron de plantar medio centenar de alumnos del colegio público de Cerdedo.

A primera hora de la mañana estos niños salieron de las aulas y se adentraron en un monte próximo al polígono industrial de O Sangal. Allí los expertos les ayudaron a localizar el mejor lugar para plantar un total de 54 árboles, todos ellos facilitados por la Consellería de Medio Rural. Entre ellos figuran especies como el roble, el cerezo, el fresno o el castaño.

A esta plantación, organizada conjuntamente por los departamentos de Educación y Medio Rural en el marco de la Semana Forestal, acudieron los jefes territoriales de ambas consellerías, César Pérez y Gerardo Zugasti, respectivamente, el jefe del servicio de Montes en Pontevedra, Enrique Martínez, el alcalde de Cerdedo, José Balseiros, el director y profesores del colegio y diversos agentes del distrito forestal. Enrique Martínez explicó que este tipo de actividades contribuyen a concienciar a estos niños sobre la plantación de árboles y la importancia de la gestión del monte. Indicó que el monte sobrevivirá si se es capaz de conjugar su persistencia, su producción rentable –tanto económica como social– y la constancia de la misma.

La de ayer fue una hermosa y divertida mañana para estos escolares de Cerdedo. No la han pasado en las aulas pero han aprendido mucho. Hoy volverán a sentarse en sus pupitres conscientes de la importancia de mantener vivo, limpio y ordenado el monte. Sabrán que, plantando un árbol, sembraron futuro.