Se sube el telón y aparece "A tía lambida". Este podría ser el comienzo de uno de los famosos chistes que se inician siempre con esta estructura. Sin embargo, no se trata de un chiste, si no de un compendio de divertidos diálogos, de la obra teatral "A tía Lambida", donde los espectadores no pudieron evitar reir sin cesar. La compañía Disquedin Teatro de Callobre llegó ayer a la villa estradense con la adecuación de una de las obras teatrales más adaptadas del panorama gallego. El autor de la pieza original es, también, un conocido de las letras de Galicia. El público ya está en el bolsillo desde el minuto uno y sucumbe, enseguida, a las peripecias de la señora Castora y de la oratoria ideada por Blanco Amor. Se apagan las luces, la música comienza a sonar, los focos navegan por toda la sala. Ya está, ya llegó el momento de disfrutar de la "divina comedia" de la mano del teatro aficionado de Callobre. Comienza el espectáculo.

Se sube el telón, en escena dos amigas y vecinas se encargan de presentar esta pieza teatral. Se originan las primeras risas. El vestuario y la gracia de las dos lerchas comienza a empapar al público de un ambiente especial. Llega el momento de volver a la esencia natural de la obra. Se inicia la trama argumental de este espectáculo teatrero.

Se sube el telón, Edesio, Chanuco, doña Castora, Teresa, Carlitos y el "crego". Personajes originales representados todos ellos por mujeres ofreciendo un show con un contenido humorístico un tanto diferente. La música de gaiteiros y del grupo "Os ke hai" se encarga de cerrar esta adaptación teatral. Se vuelven a encender las luces, se apagan los focos, se termina la música y el público abandona el palco y las gradas. Se baja el telón...