El portavoz del PP, José Fernández Viéitez, anuncia que en próximos días contactará con el BNG y los concejales del grupo de los no adscritos para discutir sobre “a gobernabilidade de Silleda”; mantiene que las discrepancias en el seno del gobierno local han motivado desde hace tiempo “que o concello estea a estas alturas rexido só por dúas persoas”. El popular alude con estas palabras a la alcaldesa, Paula Fernández Pena, y a su persona de confianza y edil de Obras, Manuel Cuiña, como los dos únicos ediles que asumen algún tipo de competencia a día de hoy en el ejecutivo.

Cree que la edil de Servizos Sociais, Dolores García, no puede llevar a cabo “case que ningún cometido” debido a su trabajo como funcionaria, que le limita su presencia en el concello, mientras que reitera que el edil de Medio Ambiente, Gerardo Lázara -enfrentado con Pena- ya ni siquiera acude a algunos actos oficiales. La clave de estos encuentros está en el posible apoyo de los ediles Javier Cuiña y Ofelia Rey a una posible moción de censura, que los nacionalistas no están dispuestos a secundar. Pero si la situación de una parte del gobierno local es delicada, tampoco es fácil la reprobación del ejecutivo de Pena, una vez que el PP aún no dispone de esos apoyos ni tampoco está claro quien ostentaría el cargo de primer edil. Lo que sí parece evidente es que las presiones sobre la mandataria se han endurecido en las últimas fechas, sobre todo por parte de Lázara, quien, pese a haber asegurado públicamente que Pena incluso podría negociar con su acta para garantizar la gobernabilidad de Silleda, se ha dejado ver en varias ocasiones con los ediles que abandonaron el gobierno hace semanas.

Su complicada situación dentro del ejecutivo y el revés sufrido al no poder acceder a un puesto en el gobierno gallego por la derrota del PSOE en las urnas lo deja en una delicada tesitura, pese a que es el único concejal que, junto a Pena, tiene una dedicación exclusiva. Aunque su actividad ha mermado y no ha acudido a algún acto oficial de los departamentos que dirige, tampoco ha querido aclarar ahora si las “excelentes relacións con Paula”, como dijo en su día, son ciertas o no. Mientras la regidora dobla esfuerzos para intentar conseguir una mayoría cualificada para gobernar Silleda, incluso con el apoyo del Bloque y de los no adscritos, Lázara no aclara si será ahora un estorbo para el partido que coordinó durante muchos años. El concejal no atendió ayer las llamadas de esta Redacción.

Por su parte, la alcaldesa también prevé reunirse, como había dicho hace semanas, con la portavoz del Bloque, Carme Fidalgo, y con Cuiña y Rey, “co obxectivo de achegar posturas, aínda que non faremos público ningún dos contactos ata que se poidan anunciar resultados”, dice. Y cree que “o máis convinte é traballar e non seguir debatendo o futuro do executivo en foros públicos que traen confusión e relegan a xestión a un segundo plano”, advierte.