Las sempiternas diferencias entre las agrupaciones del PSOE de Lalín y Silleda salieron a relucir con más fuerza que nunca en el congreso comarcal celebrado en la noche del viernes en la capital dezana. El motivo de la cita era, entre otros, elegir a un delegado y a un observador para el trigésimo séptimo Congreso Federal de los socialistas, que se celebrará entre el 4 y el 6 de julio en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid.

La agrupación lalinense presentó una candidatura conformada por el secretario comarcal, Alberto González Aller, en calidad de delegado y la diputada Soledad Sánchez Trujillano para el puesto de observadora. No obstante, el grupo de Silleda, liderado por Gerardo Lázara, acusó a los socialistas lalinenses de ocupar siempre la representación de la comarca y defendió la candidatura conformada por el teniente de alcalde de Rodeiro, Xosé Vence, y la regidora de Silleda, Paula Fernández Pena. Los lalinenses no se amilanaron pese a que Lázara alardeó de los resultados electorales y de los cargos que ostentan sus dos candidatos y aludieron a varias cuestiones, como la antigüedad en el partido o el número de militantes, entre otras, para defender su lista. Por el medio, hubo palabras más altas que otras y fuertes discusiones que dejaron bien a las claras que la relación entre la agrupación de Lalín y, especialmente, Gerardo Lázara son bastante malas. En el fondo, el grupo socialista de la capital dezana recuerda que sólo con Lázara los resultados en Silleda siempre fueron pésimos y que sólo con una amalgama con los independientes rebotados del PP fue posible asaltar la alcaldía de José Fernández Viéitez. Finalmente, tras la votación, salió ganadora la candidatura de Aller y Trujillano y se rebajó la tensión, ya que el grupo de Silleda encabezado por Lázara aceptó deportivamente el resultado.

Por lo demás, Alberto González hizo un balance de los dos últimos años y abordó la reforma que pretende que el funcionamiento orgánico del partido se provincialice. Su valoración fue crítica para que lo sucesivo las agrupaciones que conforman el Deza estén más unidades que nunca pese a este cambio.

Los socialistas también debatieron sobre la gestión de los órganos federales y sobre las propuestas de enmiendas de adición presentadas al apartado de Nuevas Políticas e Instituciones. Con ellas, se propone mejorar las condiciones para el acceso pleno de las mujeres al ámbito público, centrándose especialmente en el empleo en igualdad de condiciones laborales y salariales. Tras este debate, comenzó el conflicto de los representantes y las discusiones entre las dos facciones.