Ana Cela / A ESTRADA

Más de un niño se ha encontrado alguna vez ante una larga lista de responsabilidades sobre la mesa al plantear a sus padres -probablemente aprovechando un perfecto clima de cordialidad o unos buenos resultados académicos- la posibilidad de tener una mascota. Asumir que el perro ha de salir a pasear tanto en un día soleado y agradable como cuando la lluvia invita a no moverse del sofá es una de ellas. El Concello de A Estrada, a través de la emisión de un bando, ha querido recordar a los propietarios de canes algunas pautas básicas para cuando sacan a pasear a su fiel amigo. En este documento se deja claro que "a inobservancia destas prevencións" puede llevar implícito medidas correctoras como la apertura de un expediente sancionador y multas que, según explicó ayer el edil de Medio Ambiente, el socialista Manuel Otero Espiño, para los casos tipificados como faltas leves y sin reiteración podrían alcanzar los 300 euros y que oscilan entre esta cantidad y los 3.000 para las situaciones consideradas como faltas graves.

Espiño señaló que este bando responde a una demanda popular y llega tras detectar que determinados propietarios de perros incumplen una norma ciudadana de convivencia y ocasionan molestias a los demás usuarios de vías y espacios públicos -con el consiguiente deterioro de la higiene precisa en los mismos- cuando hacen caso omiso a su obligación de recoger las deposiciones fecales de los perros en la vía pública.

Por ello, en el citado bando el concello prohíbe expresamente dejar a su suerte las deposiciones de los animales de compañía. Los responsables de estas mascotas deberán recoger los excrementos y depositarlos en los colectores públicos de basura o en los lugares que se destinen a este fin. "É o respeto mínimo que esixen os espazos urbanos e os principios básicos da convivencia", señaló Espiño, quien quiso hacer un llamamiento a todos los propietarios de canes para que no sea preciso hacer uso de medidas coercitivas para garantizar que se cumplan estos principios básicos de higiene y se vele por la salud pública y la preservación de los espacios para el disfrute de todos los ciudadanos. Aunque haya quien al pisar estos restos se consuele diciendo que trae buena suerte, es más cívico y adecuado buscar un trébol de cuatro hojas.