Los petroglifos descubiertos en los montes del Ayuntamiento de Catoira como consecuencia de los incendios que arrasaron el municipio y otros puntos de la comarca en el año 2006 tienen un valor cultural y patrimonial mucho más importante de lo que se creía inicialmente. Y no solo eso, sino que parecen haberse detectado indicios muy fiables de que existen otros grabados rupestres próximos, e incluso puede que más significativos, que de momento continúan enterrados.

Las seis piedras grabadas con figuras en forma de laberinto, que se sitúan en una superficie de apenas veinte metros cuadrados conocida como Pedras Minas, se caracterizan por la presencia de círculos concéntricos y cruciformes.

La tiza los delata

Tras ser detectadas en los montes de San Miguel de Catoira, han sido incluidas ya en diversos catálogos desde su hallazgo a causa de aquella oleada de incendios forestales y de las escorrentías posteriores, provocadas a raíz de las intensas lluvias registradas en meses posteriores a los fuegos.

Pero en los últimos días los técnicos visitaron el lugar para revisar estas obras que forman parte de la historia de Catoira, y al parecer, tras marcar con tiza cada hendidura, pudieron constatar que "tienen mucha más importancia de la que todos creíamos".

Pedra das Tixolas

Quien así se pronuncia es Luis Rey, el presidente de los comuneros catoirenses, convencido de que esto va a permitir el desarrollo de actividades de preservación y potenciación cultural y turística diseñadas por la propia comunidad de montes vecinales en mano común y el Concello de Catoira con la intención de explotar este entorno, incluso convirtiendo la zona en un gran parque forestal.

Los "nuevos" petroglifos de Pedras Minas, que guardan muchas similitudes con el de Pedra das Tixolas, en el lugar de Abalo, se suman por tanto a la rica oferta patrimonial del municipio catoirense, brindándole también la oportunidad de reforzar una oferta turística estrechamente ligada a la cultura vikinga.

Cabe apuntar que entre la media docena de piedras con grabados rupestres descubiertas en los montes de San Miguel hay alguna figura que abarca hasta un metro cuadrado de superficie.

Tampoco se descarta que en el entorno puedan localizarse restos de objetos de cerámica, herramientas o incluso huesos que puedan servir para atestiguar el paso por la zona de civilizaciones prehistóricas.