El pleno del Consello Regulador da Denominación de Orixe Rías Baixas tomó el pasado 28 de marzo una decisión que promete ser enormemente polémica, pues sus miembros acordaron cerrar las casetas de venta de vino de la Festa do Albariño de Cambados a las 0.30 horas.

En la actualidad, es habitual ver a gente tomando vinos en esa zona hasta las 4 o las 5 de la madrugada, por lo que la drástica reducción de horarios que plantea Rías Baixas acarrearía una serie de serias incógnitas sobre la próxima edición de la fiesta. Por ejemplo, ¿qué hacer con los conciertos de la plaza de Fefiñáns, que en algunos casos terminan ya rozando la medianoche, poco antes de que las bodegas de A Calzada empiecen a recoger con el nuevo horario? ¿O dónde se meterán las miles de personas que año tras año se quedan en las casetas tomando albariño hasta bien entrada la madrugada?

El Ayuntamiento como tal no se ha pronunciado sobre esta controvertida decisión, que supone un cambio muy profundo en la concepción de la fiesta. Sí lo ha hecho en contra de la medida el concejal Constantino Cordal, aunque aclara que lo hace como portavoz de Somos Cambados, y no en nombre del grupo de gobierno.

Al parecer, Rías Baixas justifica la reducción del horario en el deseo de algunas bodegas de acotar el gran flujo de gente que está recibiendo la fiesta de unos años a esta parte, así como de poner freno al "botellón" juvenil en la calle.

Además de Cordal, quien sí se ha expresado es la asociación Adegas do Salnés, que tiene un representante en el plenario de Rías Baixas, José Chaves, y que también está en contra de una reducción de horarios tan drástica.

Adegas do Salnés hizo público a media tarde de ayer un comunicado en el que aboga por "buscar la calidad y la excelencia de la fiesta", pero sin cerrar las casetas a las 0.30 horas, pues temen que "el remedio sea peor que la enfermedad, dando lugar a nuevos problemas con las personas que se encuentren con las casetas cerradas a una hora tan temprana".

Sus propuestas

Así las cosas, se añade un nuevo capítulo a la larga lista de desencuentros entre el Ayuntamiento de Cambados y Rías Baixas, que preside Juan Gil, cuya bodega está en esa misma localidad.

Sin embargo, el cambio de horario no solo parece incomodar a la administración local -o al menos a una parte de la misma-, sino también a las bodegas más pequeñas, ya que en la Festa do Albariño venden un porcentaje muy importante de su producción anual. Lógicamente, con las casetas de A Calzada abiertas al público menos horas, las ventas se resentirán.

La medida que aprobó el consejo regulador Rías Baixas es para aplicarse todos los días de la fiesta, incluidos el viernes y el sábado. Se da la circunstancia de que en los últimos años, el consejo regulador citaba a las empresas que iban a estar en A Calzada a una reunión, y era en ese encuentro donde se tomaban determinadas decisiones, como los horarios o el precio mínimo de las botellas y los catavinos.

Sin embargo, este año la decisión del horario no se tomó en esa reunión, sino en el plenario de Rías Baixas, por lo que la asociación Adegas do Salnés reclama que se convoque ese encuentro de los últimos años y que se escuche antes a las bodegas.

Algunas de las propuestas de esta asociación son fijar el horario de cierre a las 3.00 horas; celebrar las catas del concurso en un espacio donde puedan ser presenciadas por el público; ampliar el espacio de las casetas en A Calzada; modernizar la investidura de los Cabaleiros y las Damas; organizar nuevas actividades, como "show-catas"; o establecer un servicio de transporte público para evitar los grandes atascos en Cambados.

Al consejo regulador, por su parte, le reclama una mayor inversión en la fiesta (dispone de 2,5 millones para promoción) y que publicite más los vinos ganadores en el concurso. Rías Baixas es la encargada de organizar las casetas de A Calzada desde la creación del consejo, en los años 80.

Constantino Cordal

El portavoz de Somos Cambados, Constantino Cordal, se muestra en contra de una reducción de horarios tan drástica, si bien matiza que habla en nombre de su grupo, no del cuatripartito. "Nosotros somos partidarios de cerrar las casetas a las 3 o las 4 de la mañana, pero no a las 0.30. Una reducción así puede ser contraproducente e incluso empeorar el botellón".

Cordal añade que "no se puede cambiar todo de un año para otro", sino que hay que trabajar con los pies en el suelo. "Nosotros llevamos tres años introduciendo cambios para mejorar la fiesta. Y uno de los aspectos en los que se ha trabajado es en la reducción del botellón". A este respecto, recuerda que fue su compañero de grupo Xurxo Charlín quien se encargó personalmente de eliminar los puestos de venta ambulante de licores y cócteles que habían proliferado por el paseo marítimo y la zona de las palmeras. Un paso que incluso le supuso a Charlín recibir amenazas de varios vendedores.

Finalmente, Constantino Cordal emplaza a Rías Baixas a "consensuar los cambios con todos los implicados", porque según él, "la Festa do Albariño es una fiesta popular, de todo el pueblo, no solo una feria profesional del sector".