El Concurso Exposición Internacional de la Camelia, que este año se celebra en Vilagarcía de Arousa, abrió ayer por la tarde sus puertas al público tras fallar el jurado profesional los premios. En la 54 edición del evento la Camelia de Oro fue para la presentación floral de la vecina de Boiro Begoña Franco Paz, en tanto que el premio de la Asociación Española de la Camelia fue para el vilagarciano Abelardo Barcala Torrado. A Vigo se va otro de los galardones importantes del certamen el "Antonio Odriozola" que se lo lleva Pilar Bargiela Rodríguez.
A pesar de las inclemencias del tiempo, ante las puertas del edificio de la Praza da Peixería se concentraron casi dos centenares de personas a la espera de la apertura oficial del evento, que fue a las 19 horas. Desde primeras horas de la mañana unos treinta cultivadores, ayudados por el personal municipal procedieron a preparar sus composiciones florales con el fin de dejar todo listo para la observación del jurado.
Cuando se abrieron las puertas del recinto para el público los premos ya estaban colocados junto a las composiciones florales ganadoras. En total se repartieron 23 premios ya que, además de los tres principales, hubo reconocimientos para cada una de las variedades y colores de la flor de las Rías Baixas.
El jurado también falló los premios de escaparates decorados con camelias entre los 14 establecimientos comerciales que participaron en el concurso.
El primer premio fue para el comercio Tetereta, ubicado en la calle Cobián; el segundo recayó en Ofimatic Arosa, de la Praza Xoán XXIII; y el tercero fue para Mimode, de la calle Alcalde Rey Daviña.
Los ganadores de los concursos de camelias, de fotografías y de escaparates recibirán sus respectivos galardones en el acto de clausura previsto para hoy a las 12 horas.
El alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, acompañado por la secretaria xeral de Turismo, Nava Castro, la diputada provincial, Digna Rivas, y los concejales del grupo de gobierno socialista, Lino Mouriño y Juan Antonio Pérez Callón, asistieron al acto inaugural del certamen y felicitaron a los ganadores, tras hacer un recorrido por el recinto de la Praza da Peixería.
Autoridades, cultivadores e invitados asistieron a partir de las ocho de la tarde a un espectáculo que comenzó con una perfomance a cargo de dos acróbatas de la compañía de Pablo Méndez.
Las acrobacias dieron paso al desfile de moda,al estilo alta costura, de la colección "Arousa" diseñada por el modisto Franco Quintáns, con bordados florales a mano inspirados en las camelias y con perlas.
La colección está compuesta por 24 vestidos que lucieron 12 modelos (4 de ellas de Vilagarcía), por los senderos centrales de la exposición de la camelia.
En el exterior del recinto de la Praza da Peixería permanecían los paneles con las veinte reproducciones de las imágenes seleccionadas en el concurso fotográfico dedicado a la flor.
La directora de Turismo de Galicia, Nava Castro puso en valor ayer en el transcurso del acto inaugural de la Exposición Internacional de la Camelia las inversiones en mejoras, señalización y promoción de la ruta dedicada a la flor de las Rías Baixas, que cuenta con un total de doce etapas. Destacó los esfuerzos que se realizan para convertirla en "una de las mejores experiencias turísticas que puede ofrecer Galicia, especialmente fuera de la temporada alta".
Castro recordó que tras el diseño del itinerario, el Gobierno gallego apostó por este recurso introduciéndolo en los principales mercados interesados, con presencia en las principales ferias y certámenes.
"En sus doce etapas se está demostrando que es un perfecto recurso para descubrir el patrimonio natural y la arquitectura de los pazos gallegos, pero también el patrimonio eclesiástico y monástico, la riqueza de nuestra enogastronomía y el atractivo de nuestras ciudades", puso de manifiesto la directora de Turismo.
Además, Nava Castro apuntó que se está trabajando de forma especial en la calidad de la ruta como un recurso que permite atraer visitantes fuera de la temporada alta.
En este sentido se plantea el Comité da Ruta, como una herramienta transversal para velar por la calidad de los jardines, evaluar la posible incorporación de nuevos espacios o valorar la puesta en marcha de productos complementarios que puedan enriquecerla.
