El presidente del comité de árbitros de Galicia y excolegiado internacional, Bernardino González Vázquez, lamentaba ayer los hechos ocurridos en O Grove y A Illa, emplazando a la "familia del fútbol a aislar y señalar a estos personajes que, con su actitud, manchan este deporte, son pocos, pero, quizás, demasiado ruidosos". González Vázquez no dudó en mostrar su solidaridad con los dos árbitros afectados, con los que está en contacto tras conocer los hechos.

El exárbitro de primera división reconoce que "este tipo de situaciones no son nada agradables, ni siquiera para los clubes, que ven como siempre aparece algún desalmado para dar rienda suelta a su mala educación, utilizando el escenario que ofrece el fútbol, y en estos dos casos, de niños, para tomarla con alguien, normalmente con los colegiados, pero también con entrenadores o con jugadores del equipo contrario". Lamenta que en aspectos como el respeto a los colegiados o a los rivales "evolucionemos más lento de lo que deberíamos, porque muchos de los protagonistas de estas situaciones desagradables no son conscientes del daño que le pueden hacer a los niños".

Recuerda que "esto es un pasatiempo, y si los niños jugadores están aprendiendo, también lo están haciendo los árbitros que pitan en categorías inferiores, que se encuentran en proceso de iniciación al arbitraje".