O Grove volvió a utilizar la Cabalgata de Reyes como banco de pruebas para el Entroido, este año más madrugador de lo habitual. En apenas un mes algunas de las calles que ayer recibieron la visita de Sus Majestades y se dejaron conquistar por carrozas y personajes acompañantes volverán a lucirse en todo su esplendor con los siempre variados disfraces empleados en el ya popular "Sambódromo Meco".

Esta vez, como de costumbre, los disfraces también quisieron acompañar a los Reyes Magos en una llamativa puesta en escena que llevó a las carrozas en lento peregrinar desde la avenida Teniente Domínguez -la carretera de acceso a la isla de A Toxa- hacia O Corgo y Beiramar, no sin antes pasar por la reformada y peatonalizada calle Castelao, Rúa da Praza y Pablo Iglesias.

Fue un recorrido marcado por el frío pero brillante, de nuevo abierto por el grupo de majorettes de la agrupación cultural Cantodorxo y en el que no faltaron vecinos de todas las edades, ya fuera asistiendo a la puesta en escena como público o bien disfrazados para la ocasión, como si del mismísimo Entroido se tratara.

La lluvia de caramelos fue más importante que la lluvia de agua que anunciaban los meteorólogos, y el brusco desplome de las temperaturas se combatió con una chocolatada final o acudiendo a la cafetería más cercana.

El programa de conciliación para personas mayores Vellos Tempos, clubes como Mecos y las asociaciones de padres de alumnos fueron algunos de los implicados en este desfile en el que pudieron verse gran cantidad de personajes de cuento, con príncipes y princesas, brujas y pitufos.

Los decorados inspirados en verdaderos mundos de fantasía, tanto submarinos como terrestres, daban vistosidad a las carrozas que acompañaban a las tres más potentes, las de Melchor, Gaspar y Baltasar, flanqueados en todo momento por sus ayudantes para tratar de distribuir lo mejor posible los caramelos, unos cuatrocientos kilos.

Todo terminó después de que Sus Majestades se dirigieran al numeroso público desde el balcón de la casa consistorial, en la que fueron recibidos por el alcalde. También allí pudieron reunirse con un buen número de niños que querían saludarlos y besarlos.