El intenso frío y la luna llena, que los marineros conocen como "lúa á campá", hicieron que las capturas de centollo se redujeran de manera notable en los últimos días. Y en consecuencia el precio volvió a dispararse en las lonjas, lo cual se traduce en un incremento de tarifas en las plazas de abastos.
Baste como ejemplo lo sucedido en el puerto de O Grove, el más importante de Galicia para esta especie. Cuando comenzó la campaña se subastaron nada menos que 4.126 kilos de centollo -superándose también esas cuatro toneladas en jornadas posteriores- con una cotización máxima de 24,5 euros. Pues bien, después de que esa tarifa tope bajara en días pasados hasta los 12 euros, resulta que este lunes el primer "mío" se situó en los 25 euros por kilo y ayer, a casi 28. ¿La razón? Pues que el volumen descargado fue de apenas 750 y 680 kilos, respectivamente.
