La degustación de callos y carne ó caldeiro puso la guinda a unas fiestas de San Martiño ciertamente llamativas que animaron notablemente el ambiente en la villa meca durante todo el fin de semana e implicaron a vecinos de todas las edades, pero sobre todo a un público familiar con ganas de disfrutar de la variada oferta.

Como se explicó en los últimos días, la misa, la procesión, verbenas, juegos para los niños, el campeonato de llave, la exhibición de zumba y las actuaciones folclóricas, entre otras citas destacadas, formaron parte del programa desplegado por la asociación cultural y deportiva San Martiño en colaboración con el Ayuntamiento de O Grove, situándose el centro neurálgico de la fiesta en la carpa instalada en O Corgo.

Fue en ese escenario donde ayer volvió a sonar la música y donde se sirvieron los callos, un plato que se ha convertido ya en una tradición en este evento que se mueve entre lo festivo y lo religioso, y al que cada vez parece acudir más público.

También se explicó, pero no está de más recordarlo, que al programa específico diseñado por la comisión de fiestas citada se sumaron otras alternativas en torno a la celebración del San Martiño, como el concurrido almuerzo a base de cocido -amenizado por el grupo local A Banda do Sequío- celebrado el sábado en el restaurante marisquería Solaina, mientras en A Toxa se desarrollaba la fiesta de las personas mayores.

Otra de las referencias del San Martiño de O Grove estuvo en la playa de A Lanzada, en este caso con el campeonato anual de pesca desde costa que organiza el club O Isco.