El Consello Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas da oficialmente por concluida la vendimia de 2017, que finalmente se quedó en 39.339.272 kilos de uva, lo cual representa un 17,8 % más que en la campaña anterior.

Con esos más de 39,3 millones de kilos de uva se elaborarán algo más de 26 millones de litros de vino certificado, "para atender demanda de los vinos Rías Baixas en los mercados gallego, español e internacional".

De este modo Rías Baixas confirma lo avanzado por FARO DE VIGO en relación con esta que fue "la segunda vendimia más cuantiosa de su historia".

Aunque ya hace tiempo que finalizó esta prematura recolección iniciada a finales de agosto, el Consello Regulador resume ahora lo sucedido en esta campaña "protagonizada por 5.338 viticultores que han recogido uva en 4.049 hectáreas para 184 bodegas inscritas".

También se confirma que "como ya es habitual la producción de las variedades blancas es mayoritaria, con un 99,15% del total".Albariño

Y lógicamente entre esas uvas destaca la variedad albariño, "con el 96,49% del total; seguida de la treixadura, caíño blanco y loureira".

Las variedades tintas, como sousón y brancellao "solo suponen el 0,85% de la producción", limitándose la recolección a 333.929 kilos de uva, en su mayoría en la subzona de Condado do Tea.O Salnés

Si lo que se analiza es la distribución de la vendimia por subzonas hay que destacar que la de O Salnés "mantiene su hegemonía, con el 63,82% de la producción, ya que supera los 25 millones de kilos de uva, seguida por el Condado do Tea, O Rosal, Ribeira do Ulla y Soutomaior".

Añaden en el Consello que la vendimia se pudo prolongar hasta mediados de octubre porque "la meteorología permitió que se pudiese realizar gradual y selectivamente, de manera que las bodegas pudieron esperar al momento óptimo en cada parcela".

El director técnico del Órgano de Control y Certificación del Consello Regulador, Agustín Lago, añade que "todo apunta a que será una gran añada de vinos", puesto que "esta vendimia ha sido de libro, empezando por el estado fitosanitario de la uva, sus excelentes parámetros de calidad, así como el adecuado equilibrio entre grado y acidez".

Las mismas fuentes inciden en que "si algo caracterizó esta vendimia fue su carácter madrugador, debido a las condiciones meteorológicas en primavera-verano que causaron un adelanto del ciclo vegetativo de la vid y de la maduración de la uva". Por si fuera poco "las jornadas de lluvia de principios de septiembre, justo antes del grueso de las tareas de vendimia, contribuyeron a optimizar el comportamiento del viñedo".

Otro dato que destaca Rías Baixas en este cierre oficial de vendimia es que ha sido la tercera en la que se ha empleado el sistema de auditoría, en el que trabajaron 25 auditores/veedores "para garantizar el origen y la trazabilidad en todas las fases de la elaboración del vino".