A las 14.42 horas de ayer 112 Galicia daba cuenta de un incendio urbano en O Grove, donde este tipo de episodios son tristemente frecuentes. Pero lo sucedido con las llamas en la cocina de la antigua panadería ubicada en Meloxo quedó relegado a un segundo plano, ya que por fortuna todo se saldó con daños materiales, y no excesivamente importantes .

Lo que cobró relieve una vez controlado este episodio fue lo sucedido con los servicios de emergencias, ya que una vez más quedó patente que la península meca necesita imperiosamente disponer de uno lo mejor equipado posible, como tantas veces se planteó desde este municipio a la Xunta.

Esta es la conclusión que puede extraerse de las reflexiones efectuadas por el alcalde, José Cacabelos, a quien el Servicio Municipal de Emergencias de O Grove confirmó que tuvieron que ser sus integrantes los que actuaran en el incendio de Meloxo para controlar la situación, ya que "los bomberos de Ribadumia no podían acudir porque estaban ocupados".

Y es cierto que lo estaban -a esas horas se atendía otro fuego en un restaurante de Vilagarcía, como pasadas las tres de la tarde saltaban las alarmas por otro en un cobertizo de Valga-, pero lo llamativo es que "de no ser por nuestro servicio de emergencias todo habría resultado más grave", espeta el primer edil meco.

Lo que quiere resaltar es que O Grove necesita un Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) propio para no depender del de Sanxenxo o de Bombeiros do Salnés. O dicho de otro modo, que la localidad urge el firme apoyo de la Xunta para mantener y reforzar al equipo actualmente disponible, después de que las sentencias judiciales obligaran al Concello a contratar a quienes habían formado el desaparecido Grupo Municipal de Intervención Rápida (Grumir).

La clave, en síntesis, es contar con un servicio apropiado para atender casos de extrema necesidad o urgencias como la del incendio de Meloxo aludido y tantos otros. Y es que por su ubicación geográfica los vecinos de la localidad no pueden estar a expensas de ser socorridos por servicios que se sitúan a muchos kilómetros de distancia y que quizás lleguen demasiado tarde cuando sea preciso.

Cabe preguntarse el por qué de tantos fuegos en el centro urbano, pues hace solo unos días ardía la cocina del restaurante Casablanca, como antes sucedió con otros negocios y viviendas. Pero sobre todo procede reflexionar sobre la necesidad de buenos medios materiales y humanos para salvar vidas, como plantea el alcalde, quien por cierto felicita a Emerxencias, que estuvo desde las 21.00 horas del domingo hasta la cinco de la madrugada del lunes extinguiendo incendios en Meis.