La Festa do Marisco de O Grove, cuyos fogones se encendieron a última hora de la tarde del jueves, vivió un fin de semana frenético en el que se despacharon alrededor de 50.000 "raciones" de todo tipo de productos, es decir, tanto platos de comida como botellas de vino, refrescos, cervezas, aguas y artículos similares. La cifra puede ser incluso superior, si se añaden las tapas despachadas en la carpa institucional al amparo de la "Muestra de Pinchos".

Las previsiones meteorológicas para los próximos días son tan positivas como lo fueron para el arranque de este acontecimiento gastronómico y social, de ahí que en el Concello de O Grove, como entidad organizadora que es -para eso invierte unos 600.000 euros en esta fiesta-, insistan en que se trata de una edición "espléndida" en la que pueden batirse todos los récords.

Aunque eso de las cifras de afluencia, insisten el alcalde José Cacabelos y la edil de Turismo, Emma Torres, es lo de menos. Lo que de verdad importa "no es cuánta gente viene, pues todos sabemos que esta fiesta está consolidada y tiene un enorme poder de convocatoria; de lo que se trata es de lograr que los que están entre nosotros se marchen satisfechos, para que así puedan repetir la experiencia o hablar bien de esta cita gastronómica y de nuestro pueblo a otras personas", explican el alcalde y la concejala.

Evidentemente de este modo se genera una afluencia de visitantes que se traduce en una importante adquisición de raciones, como se ha visto en los primeros compases de la presente edición.

Si se toma como referencia exclusivamente la comida servida puede decirse que durante el fin de semana se repartieron en las carpas de O Corgo alrededor de 34.000 platos, siendo los mejillones, el arroz de mariscos, el pulpo, las empanadas y las navajas a la plancha los artículos más demandados por los visitantes, que como se avanzaba ayer proceden, mayormente, de Madrid, la provincia de Pontevedra, Barcelona y Portugal.

Pero a la espera de los datos definitivos correspondientes a las ventas efectuadas entre las 19.00 y las 23.00 horas de ayer, hay que quedarse con los ya oficiales, de tal modo que entre las 11.30 y las 17.00 horas de esta primera jornada dominical se repartieron 8.635 raciones de comida.

Se sumaban a los casi 2.300 platos vendidos desde las siete de la tarde del jueves, los 6.800 alcanzados el viernes y los más de 13.100 platos de comida comercializados el sábado.

Del mismo modo, y también tomando como referencia esas cifras oficiales, es decir, desde el arranque de la fiesta hasta las cinco de la tarde de ayer, cabe detallar que se entregaron en las cocinas de la lonja de contratación cerca de 2.800 raciones de arroz de mariscos, otras tantas de pulpo á feira y una cantidad semejante de mejillones, ya fuera al vapor, en vinagreta o tipo tigre.

Igual de destacado está siendo el papel desempeñado por las empanadas, ya que en el mismo periodo de tiempo se vendieron más de 2.400 raciones, sumando las de atún, mejillones, pan de maíz, pulpo y zamburiñas.

Las navajas a la plancha también tienen un buen comportamiento, con casi 2.300 raciones entregadas en las cocinas desde el jueves.

En cuanto a los demás productos, es evidente que hay importantes diferencias entre unos y otros, y como es habitual siempre hay artículos que se quedan más rezagados; aunque a pesar de ello las ventas siguen siendo importantes.

No deja de ser llamativo, por ejemplo, que se vendieran hasta las cinco de la tarde de ayer más de 1.900 raciones de zamburiñas a la plancha, nada menos que 1.649 unidades de vieira al horno y 482 platos de choco en su tinta, que es una de las novedades de la carta.

Al igual que 419 raciones de rodaballo a la plancha, 923 de percebes de O Grove, 1.293 de ostras -tanto plana gallega como rizada, en salsa de albariño-, 780 nécoras, 1.419 raciones de croquetas de marisco, 926 de camarones, 916 de berberechos y unas 1.800 de almejas.

Lógicamente para vender todo esto fue preciso que el recinto ferial de O Corgo presentara su imagen habitual; la de un recinto con todos los servicios y comodidades posibles que se llena por momentos hasta la bandera gracias a los comensales llegados de casi toda Galicia y numerosos rincones de España, como también del extranjero.

Unos comensales, dicho sea de paso, que además de saborear los mejores productos de O Grove, de la ría de Arousa y el conjunto de las Rías Baixas -depende de la especie de que se trate- pueden asistir a infinidad de actividades socioculturales.

Entre ellas el Simposium de Escultura al Aire Libre, que está reuniendo a numeroso público, y la feria de oportunidades organizada por el comercio grovense -"Grovestock"- que se clausuró ayer.

Muchos visitantes aprovechan, del mismo modo, para surcar la ría en alguno de los barcos de pasaje que operan en el puerto de O Corgo, al lado del recinto ferial, y otros pasean por A Toxa y visitan sus centros comerciales y de artesanía, O Redondo y La Aldea.

Al lleno del recinto contribuyó ayer la presencia de la orquesta Panorama, al igual que ayudan en cada jornada los diferentes conciertos y las actuaciones folclóricas programados por el Concello.

Sin menospreciar los espectáculos musicales ofrecidos en la carpa-cafetería o "Punto de Encuentro" de la fiesta ni a las charangas y a los improvisados espectáculos que organizan bajo carpa algunos turistas que llegan cargados con instrumentos musicales con los que amenizar su estancia en O Grove.