La Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma) practicó ayer la necropsia a la ballena piloto de aleta larga ( Globicephala melas) o calderón común encontrada hace un par de días mientras flotaba muerta entre las bateas de Porto Meloxo (O Grove).

Las pruebas se efectuaron ayer en la rampa varadero de la antigua fábrica de Escuredo, en el citado barrio marinero meco, donde algunos vecinos se quejaron por el mal olor que generaba el cadáver del cetáceo.

Tras la necropsia los restos quedaron allí depositados -salvo vísceras y otros elementos que fueron depositados en un contenedor- a la espera de que los operarios del concello se hicieran cargo de su retirada.

A la espera de los resultados de todas las pruebas practicadas antes de concretar las causas efectivas de la muerte, lo cual tampoco resulta sencillo por el deterioro que presentaba el cuerpo, puede decirse que la ballena había sufrido importantes traumatismos, quizás a causa del impacto con artes de pesca.

Alfredo López, en representación del Cemma, descartaba inicialmente que se trate de golpes provocados por la colisión con alguna embarcación y explicaba que esta especie es relativamente frecuente en las Rías Baixas, aunque no tanto en esta época del año, cuando acaba de finalizar el verano. También explica que el mal olor generado por el cadáver es algo puntual y que era necesario sacarlo del agua y practicarle la necropsia.

La ballena piloto muerta era una hembra adulta de aproximadamente cuatro metros y medio de longitud, según el propio Alfredo López.

A pesar de tratarse de un tipo de ballena, el calderón común pertenece a la familia de los delfines. Es de color negro o gris oscuro, tiene una raya diagonal gris o blanca detrás de cada ojo y una cabeza redondeada.

El animal fue descubierto por un marinero cuando estaba enredado en las cuerdas de una batea. El servicio de Salvamento Marítimo de Emergencias O Grove se ocupó de desenredarlo y remolcarlo a tierra firme.