Los apicultores prueban desde hace meses diversos métodos de captura de avispa velutina que, al parecer, están funcionando; al menos en lo que a índice de capturas se refiere. Sin embargo consideran que las trampas son del todo insuficientes, ya que la plaga sigue en aumento y las colmenas están cada vez más amenazadas.

En ello coincide Marcos Otero, un grovense natural del barrio de Vilavella que a sus 36 años decidió dedicarse a la apicultura como medio de vida. Aunque no lo tiene del todo claro, precisamente porque a pesar de los exitosos experimentos que probó en sus colmenas la avispa asiática "va a más".

El jarabe de miel parece el método más eficaz, pues cuando lo probó vio que en apenas un minuto ya había caído la primera avispa asiática. Sin embargo puede llenar botes y más botes con velutinas que acuden a la trampa y acaban muertas y parece que nunca se terminan.

Incluso explica la receta, diciendo que se necesitan dos litros de agua, medio kilo de miel, dos cucharadas de alguna bebida con alcohol y una cucharada de vinagre.

"Pones el agua al fuego y cuando hierba añades la miel, lo mezclas bien y lo dejas enfriar -relata-; cuando esté frío añades el alcohol y el vinagre y queda listo para usar".

El otro "invento" que también probó con éxito Marcos Otero y en el que tiene puestas sus esperanzas el sector, es el arpa eléctrica, promocionada por la Asociación Galega de Apicultura (Aga) como un dispositivo capaz de proteger de forma eficaz y selectiva los colmenares de los ataques de la velutina durante el verano.

Es un arpa rectangular, de aproximadamente 1,60 metros de alto por 0,8 de ancho. Sus hilos de metal llevan una carga eléctrica y la separación entre los mismos -dos centímetros- permite pasar a las abejas pero no a la avispa asiática, que recibe una descarga que la deja aturdida, cayendo a un recipiente con agua situado en la parte inferior y en el que se ahoga.

Con alrededor de doscientas colmenas, situadas tanto en O Grove como en Sanxenxo, Meaño, Vilanova y Poio, este grovense asegura que "tanto el arpa eléctrica como el jarabe de miel son dos inventos que he conseguido adaptar y que se han demostrado eficaces, ya que las avispas asiáticas caen como moscas".

Pero aún así insiste en que el avance de esta amenazante especie parece imparable, "y por muchas avispas que matemos parece que cada vez aparecen más", relata con resignación.

A modo de ejemplo señala que el año pasado tenía 160 colmenas y se quedó con la mitad, por lo que ahora está a la espera de revisar todas sus propiedades para hacer balance -una vez superado el verano-, aunque se teme "lo peor" porque, insiste una vez más, "es evidente que las velutinas siguen en aumento".

A la espera de esa revisión, no cabe duda de que la incertidumbre es máxima, ya que hay que tener en cuenta que es entre los meses de julio y septiembre cuando la avispa asiática diezma los colmenares.

Los expertos calculan pérdidas de hasta el 40% en el período estival, ya que la velutina caza abejas con las que proporcionar proteínas a sus larvas.

En relación con esto Marcos Otero detalla que "en la pasada primavera los miembros de Emergencias O Grove que se dedican a retirar los nidos cogieron entre 2.000 y 3.000 reinas, pero parece que ni siquiera eso sirve de nada y habrá que intensificar la presencia de trampas la primavera que viene".

De no ser así el apicultor grovense, como otros muchos, tendrán que buscar otra forma de ganarse la vida, a pesar de que criar abejas es algo que parece apasionarle y que podría tener futuro, de no ser por las dichosas avispas asiáticas.

La empresa que dirige Marcos Otero se llama "As colmenas do meco". Se dedica a la venta de miel de primera calidad tanto en tiendas asentadas en O Grove, Vilalonga, Portonovo, Meaño, Sanxenxo, Pontevedra, Redondela y A Coruña como en ferias y directamente a particulares.