El volumen de vehículos que circularon durante el pasado año por las carreteras de O Salnés se ha disparado con respecto al ejercicio anterior. La comarca arousana no es ajena a la tendencia detectada en toda Galicia, y especialmente en la provincia de Pontevedra, donde el volumen de circulación de automóviles se incrementó el pasado año un 3,7 por ciento con respecto a 2015.

La carretera de Vilagarcía a Pontevedra (la PO-531) es un buen exponente de ello, puesto que durante 2016 tuvo una intensidad media diaria (IMD) de 18.400 vehículos, cuando en 2015 había sido de 17.600. Pero también se puede tomar como referencia la Autovía do Salnés. En el tramo con la mayor IMD media anual se registraron en 2015 un total de 16.500 vehículos, pero el año pasado se superaron con creces estas cifras tanto entre Curro y Mosteiro (17.000 vehículos al día), como entre Meis y Ribadumia (17.600).

Estas son algunas de las conclusiones que se pueden extraer de la Memoria de Tráfico de 2016, publicada por la Consellería de Infraestructuras de la Xunta de Galicia, y cuyos datos se extraen de la colocación de contadores de automóviles colocados en las carreteras.

Según dicha memoria, el aforo de los viales de O Salnés ha aumentado considerablemente durante el pasado ejercicio -en 2015 ya había subido también mucho con respecto al ejercicio anterior-, y se aproxima a los valores que había antes del estallido de la crisis.

Y es que los desplazamientos por carretera se redujeron drásticamente con la recesión, convirtiéndose en uno de los barómetros utilizados para medir la profundidad del pinchazo económico.

La ansiada autovía

Un año más, la carretera de Vilagarcía a Pontevedra es la carretera autonómica más transitada de la comarca. La utilizan 18.400 vehículos de media al día, de los cuales un ocho por ciento son camiones o autobuses. Estas cifras ponen en evidencia la necesidad de una autovía que comunique la capital arousana con Pontevedra, y que la Xunta empezó a construir antes de la crisis. Desde entonces, el proyecto permanece aparcado para desesperación de quienes utilizan con frecuencia esta carretera y sufren la incomodidad de las restriciones de velocidad en numerosos tramos o la existencia de un gran número de vehículos pesados.

La Autovía do Salnés tiene también un tráfico muy denso, que en agosto pasado alcanzó la friolera de 30.900 coches y camiones diarios, casi 1.500 más que la media del año anterior. Se da la circunstancia de que la Xunta de Galicia tuvo que "rescatar" a las empresas concesionarias de las autovías de O Salnés y Barbanza para evitar su quiebra, pues según la Xunta al no cumplirse las previsiones de tráficos que se hicieron antes de la crisis, las empresas no podían hacer frente a los gastos, y la Xunta tendría que hacer frente a los 127 millones de euros que costaría asumir ambas autovías.

En el caso de la Autovía do Salnés, todavía está muy lejano el día en que se cumplan las expectativas, que apuntaban en su día a 22.200 vehículos diarios para 2013. Sin embargo, la situación ha mejorado bastante, puesto que la IMD anual ese año fue de 12.200 automóviles, y el pasado ejercicio se superaron los 17.600.

También se registra una circulación de intensidad creciente en los tramos de vía rápida que comunican el sur de la comarca con Vilagarcía. Así, en el tramo que va de Barrantes a Cambados la intensidad media diaria es de 12.700 coches, camiones y autobuses, mientras que en el que va desde la rotonda de Vilariño a la salida de Corvillón es de 13.000. No obstante, la cifra más elevada se da en el tramo comprendido entre el enlace de Vilanova y A Illa con Vilagarcía, con 14.400 automóviles diarios.

En contraposición, una carretera que no termina de despuntar es la circunvalación norte de Vilagarcía, con una IMD anual de poco más de 4.000 vehículos.

Esta carretera se abrió con la intención de descongestionar el tráfico de Carril y de la avenida Rosalía de Castro, que es una de las principales vías de entrada a Vilagarcía, y en parte se consiguió, ya que cerró el ejercicio con 9.700 usuarios, lo que sigue siendo un volumen muy alto para un vial que es prácticamente urbano. El plan de aforos de la Xunta, contenido en la Memoria de Tráfico, confirma igualmente la importancia de tener en buenas condiciones las carreteras que llevan a las playas, con sus 12.000 vehículos de A Lanzada a O Grove, o los casi 9.000 que van hacia A Illa.