Casi un centenar -91 concretamente- de niños de 3 a 5 años del CEIP Julia Becerra Malvar de Barrantes (Ribadumia) conocieron ayer los viveros de Carril de la mano del presidente de la Agrupación de Parquistas, José Luis Villanueva, que les explicó la esencia de la localidad carrilexa, su indiscutible relación con el mar y por supuesto, en qué consiste la actividad marisquera.
Así, los escolares aprendieron a diferenciar una almeja de un berberecho, así como especies depredadoras como la estrella de mar, cangrejos o caracolas. Estando a pie de playa, un parquista capturó una "ouxa", por lo que los niños pudieron verla en vivo y en directo. Para conocer las demás especies, Villanueva se ayudó de fichas infantiles fácilmente comprensibles por menores de esta corta edad.
La Agrupación de Parquistas de Carril organiza visitas escolares a los viveros con degustación o sin ella. En este caso la ruta no incluía la ingesta de almeja, pero los niños sí pudieron ser testigos de cómo se captura y se comercializa.
Así, se trasladaron a un parque de cultivo a mariscar y posteriormente protagonizaron una divertida subasta en el interior de la lonja carrilexa. Si la almeja de Carril ya está bien cotizada en el mercado, los alumnos del colegio de Barrantes todavía incrementaron más su precio. Así, hubo minicompradores que se quedaron con fina a 50 euros el kilo y berberecho a 18. En esta parte de la visita también participó el encargado de la lonja, Moisés Campos.
La mayoría de los niños nunca habían visitado un vivero y pudieron aprender las diferencias entre el marisqueo a pie, a flote y la acuicultura que realizan los parquistas, cómo se siembran los bivalvos o los distintos utensilios que se emplean en la extracción marisquera.
José Luis Villanueva también proporcionó a los niños ribadumienses unas nociones básicas sobre Cortegada, incluida en el Parque Nacional Illas Atlánticas que aspira a convertirse en Patrimonio de la Humanidad, o el Camiño do Carril que conecta el pueblo de Carril con la isla.
