Aunque la Festa do Marisco va a más cada año que pasa, es más conocida lejos de las fronteras gallegas, atrae en cada edición a decenas de miles de visitantes y, en definitiva, contribuye a promocionar en todo el mundo la imagen de O Grove y de Galicia, lo cierto es que el nivel de subvenciones se mantiene en la línea que ya marcaba hace un lustro.
El año pasado alcanzaron los 26.000 euros, mientras que habían sido 24.269 en 2011 y otros 26.000 euros en 2012. Nada que ver con los ejercicios 2013 y 2014, cuando se ingresaron, respectivamente, casi 64.000 y 49.000 euros, rebajándose las ayudas hasta los 32.000 en la fiesta de 2015.
Con este panorama parece justificarse el hecho de que el gobierno socialista decidiera introducir la fórmula de los patrocinios privados, buscando empresas dispuestas a poner dinero sobre la mesa para tratar de reducir el déficit y mantener con vida esta celebración. Es así como se lograron 21.000 euros para la fiesta de 2015 y 23.000 euros para la de 2016.
Ni que decir tiene que el gobierno socialista que dirige José Antonio Cacabelos Rico tiene intención de profundizar en esta estrategia, buscando empresas que quieran contribuir al mantenimiento de una fiesta que necesita compensar de algún modo la "escasez" de ayudas públicas.
