Carmela Silva aprovechó la inauguración de "Nado en pedra" para destacar el trabajo de los canteros que estudian en Poio. Aludió al caso de los dos que se marchan tres años a Estados Unidos, entre los cuales hay un meañés, pero también dijo que hay casos de alumnos que trabajaron en la catedral de Santiago o en la Sagrada Familia de Barcelona.

Las cinco personas que están trabajando delante del Concello son Adrián Otero, Cristian Jabois, Daniel Acuña, Daniel Moreira y Víctor Casal. El primero de ellos es el profesor, y Víctor Casal es de Cambados.

Tiene 33 años y lleva dos en la escuela. Ya era oficial de primera de cantería, pero decidió ponerse a estudiar después de que dos de las empresas para las que trabajó quebrasen por culpa de la crisis, y descubriese que algunas otras aprovechan el terror de la gente a quedarse sin empleo para empeorar mucho las condiciones laborales.

"Siempre quise estudiar en esta escuela, pero pasa el tiempo y te metes en la rueda del mercado laboral y lo vas dejando", cuenta. La crisis, de alguna manera, le permitió cumplir ese viejo sueño. La titulación en Poio es de cinco años (tres para cantero, y dos más para "mestre" de la disciplina), y a Víctor Casal le gusta tanto que rechazó la oferta de trabajar en el Capitolio "para poder seguir estudiando". Y eso que la situación en su oficio no va todo lo bien que le gustaría. "Está todo muy bajo, porque el sector de la construcción ha quedado muy tocado. Además, los precios se están tirando mucho, y eso nos perjudica a todos".

A él le gustaría especializarse en la restauración.