La Xunta de Goberno Local de Vilagarcía adjudicó a la empresa Espina & Delfín las obras de mejora de la estación de bombeo y del saneamiento de Carril, un proyecto que aspira a acabar con los vertidos de aguas residuales a la ría en un entorno especialmente sensible por la existencia en la zona de parques de cultivo de almeja y por la cercanía de la isla de Cortegada, integrada en el Parque Nacional das Illas Atlánticas.
Los trabajos suponen un desembolso de 190.366 euros y se financiarán con una subvención que la Diputación de Pontevedra concedió al Concello en 2015, inicialmente para la instalación de columpios en las playas urbanas.
Con esta inversión se ampliará la capacidad del bombeo y se acometerá la separación de las redes de aguas pluviales y fecales, además de otras mejoras generales en la red de alcantarillado. Se trata de una de las actuaciones de mayor calado dentro del plan municipal de saneamiento ya que, como se mencionó, no solo repercutirá positivamente en el estado de las playas vilagarcianas, a efectos de imagen y turísticamente sino que se evitarán daños en una rica zona de cultivo de marisco y en el ámbito del Parque Nacional.
Con la ayuda de 250.000 euros que la Diputación otorgó al Ayuntamiento en 2015, el anterior gobierno presidido por Tomás Fole proyectó la adquisición e instalación de columpios en los arenales A Concha y Compostela. Sin embargo, la iniciativa no consiguió la autorización de Costas, cambiándose la finalidad de la partida para mejorar el saneamiento carrilexo. Esta actuación llega después de otras similares en la calle Moreira Casal y entre Agustín Romero y la Glorieta de la Marina Española.
Auditoría de 52 estaciones
Una auditoría realizada por la empresa Sulzer realizada a mediados de este año concluyó que una parte de los 52 bombeos que existen en el municipio no se ajustan a las necesidades o al caudal que reciben, por lo que es recomendable su sustitución. A pesar de que algunos están en buen estado, los técnicos refirieron una serie de factores externos que inciden en el mal funcionamiento del servicio de saneamiento y en la aparición de averías.
Uno de los problemas principales es la gran cantidad de toallitas higiénicas que los ciudadanos tiran por el inodoro y que atascan la red y colapsan los bombeos. Ésta es, según los resultados de la auditoría, la causa de numerosas averías y desbordamientos de aguas residuales. Además de los perjuicios medioambientales que esto genera, la repercusión económica es grande, tanto por el coste de reparación de las averías como por la obligación de realizar trabajos preventivos semanalmente. Un estudio realizado a nivel nacional sobre esta problemática concluye que las toallitas higiénicas que se tiran al váter suponen a los ayuntamientos un coste de entre 4 y 6 euros por persona al año. Teniendo en cuenta la población de Vilagarcía, esto supondría unos 200.000 euros de gasto añadido para el Concello.
Obras como la que se acomete en Carril para ampliar la capacidad del bombeo es una de las soluciones que propone la auditoría y que supone un desembolso importante, por lo que el Concello pretende renovar las estaciones en mal estado de forma progresiva, repartiendo el gasto en distintos ejercicios. Se dio prioridad a la mejora del bombeo de Carril-Beiramar debido a las posibles consecuencias y afecciones de los vertidos, pero las deficiencias en materia de saneamiento no son, ni mucho menos, exclusivas de esta zona, sino que proliferan en otros muchos puntos del municipio.
