La Guardia Civil del subsector de Tráfico de Pontevedra denunció a 170 conductores por coger el coche tras haber consumido alcohol o drogas durante el dispositivo especial activado con motivo de la Festa da Auga de Vilagarcía. Destaca especialmente el elevado porcentaje de positivos por sustancias estupefacientes. Dos tercios de los 46 conductores que fueron sometidos al test salival para comprobar la presencia de drogas en el organismo dieron positivo. Fueron 29 las denuncias por vía administrativa interpuestas por Tráfico, lo que supone un 63,04% del total de personas que realizaron la prueba. La ley castiga con multas de 1.000 euros y la retirada de 6 puntos del carné a las personas que conduzcan bajo los efectos de sustancias estupefacientes, al considerarse esta una infracción muy grave.

Entre las drogas más consumidas se mantienen el cannabis seguido de la cocaína. En cinco conductores se detectó policonsumo. Destaca el caso de un hombre que se encontraba bajo los efectos de tres sustancias diferentes -cocaína, THA 25 y metanfetaminas- y que intentó darse a la fuga tras recibir el alto de los agentes de Tráfico. Inmediatamente fue interceptado por un vehículo oficial y denunciado, proponiéndosele para la pérdida de 16 puntos de permiso de conducir. Las infracciones que habría cometido son desobediencia a las órdenes de los agentes, circular en sentido contrario por una glorieta y dar positivo en el test de drogas.

La Guardia Civil, que dispuso controles en todas las salidas de la ciudad hasta bien entrada la tarde de ayer, realizó 3.226 pruebas de detección de alcoholemia. Fueron 139 los conductores que arrojaron un resultado positivo, a los que hay que sumar a dos más que cometieron otras infracciones a la normativa de tráfico. De estos 141 pilotos que superaban la tasa de alcohol permitida, 133 fueron denunciados por vía administrativa y a los ocho restantes se les instruyeron diligencias para su posterior traslado a la autoridad judicial. Siete por superar la tasa de 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, otro por mostrar síntomas evidentes de conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas y uno más por negarse a realizar las pruebas.

Los conductores que ya hubieran sido sancionados en el año inmediatamente anterior por dar positivo por alcohol se enfrentan a una sanción de 1.000 euros y la detracción de 6 puntos del permiso, al igual que quienes fueron sorprendidos con una tasa superior al doble de lo permitido. Para los no reincidentes y con una tasa de alcohol 0,25 y 0,50 la sanción es de 500 euros y l pérdida de 4 puntos. Los que fueron puestos a disposición judicial pueden ser condenados incluso a prisión y, en todo caso, a la privación del derecho a conducir durante un período superior a un año y un día.

Si bien fueron minoría los conductores denunciados por dar positivo con respecto al número total de sometidos a las pruebas para detectar alcohol o drogas, el balance que hace el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil "no es satisfactorio en cuanto a los resultados obtenidos y derivados del consumo de estas sustancias psicoactivas", toda vez que lo deseable para la seguridad vial es que el numero de denuncias por consumo de estas sustancias sea el mínimo posible. El "aspecto positivo" que destaca Tráfico es que no se produjo ningún accidente grave en las vías interurbanas limítrofes con Vilagarcía. Destacan que, si los conductores fuesen responsables y no consumiesen alcohol ni drogas, "se podrían salvar 1.000 vidas cada año".