"Mamá, quiero ser voluntario en Perú". Eso fue lo que le dijo a su madre un alumno de 4º de ESO del instituto Castro Alobre tras conocer, de primera mano y a través de la asociación Arousa Solidaria, la extrema situación por la que atraviesan muchas familias, no solo en lejanos países, sino en la propia Vilagarcía. Por iniciativa de uno de los profesores del centro, que imparte Filosofía, este colectivo benéfico impartió una charla en la que, además, participaron tres familias sin recursos a las que presta ayuda por diferentes cauces: económica, psicológica y alimenticia, cultivando productos de temporada y criando animales en una finca en el lugar de A Pereira, en Guillán. "Este profesor aplica una metodología dinámica con la que hace pensar a los alumnos", comentan Jesús López y Juan Carlos Maneiro, responsables de Arousa Solidaria.
Durante el curso que está a punto de concluir, los alumnos de 4º de ESO realizaron una investigación sobre asociaciones benéficas y ONGs y fue así como surgió la posibilidad de contactar con Arousa Solidaria. "Nos pidieron que expusiéramos nuestro trabajo en la clase. Llevamos a tres familias y fue espectacular. Los chavales estuvieron muy atentos" y no dudaron en preguntar "todo lo que quisieron". Sin tabúes. "Comprobaron cual es la realidad" por la que atraviesan algunos de sus convecinos y eso les hizo reflexionar sobre la posibilidad de contribuir de alguna forma a aliviar su situación. "El profesor quiere desarrollar el próximo curso un programa de voluntariado" para que sus alumnos se impliquen directamente en asociaciones benéficas "echando una mano", apuntan López y Maneiro. Y uno de los colectivos "que más encaja en el proyecto es el nuestro". Iniciativas como la finca que Arousa Solidaria gestiona en Guillán podrían trasladarse al propio instituto, con la creación de un huerto solidario cuyo seguimiento harían los propios alumnos. Por su parte, la asociación continuaría con las charlas para concienciar a los más jóvenes de que la vida no es siempre de color de rosa, sino que para algunos es un camino lleno de obstáculos. Superarlos no es fácil, si bien Arousa Solidaria contribuye a ello. En los últimos días, ha conseguido empleo a dos personas y ha gestionado con una inmobiliaria la cesión de un piso para un sintecho. Ochenta y cinco personas comen de los frutos que cultivan en su huerto de A Pereira y se alimentan con la carne de los pavos, pollos, gallinas o conejos que allí se crían.
